El dirigente de la UIA, Daniel Funes de Rioja se refirió a la necesidad de vacunación en los entornos fabriles en cuestiones como la dispensa de los trabajadores no vacunados. Asimismo, trajo nuevamente la idea de dejar de pagarles el salario a quienes no quieran vacunarse aunque reconoció que no sería una recomendación al sector empresario sino una negociación con los sindicatos y delegó la última decisión en cada empresa.
La Unión Industrial Argentina (UIA) planteó que, a partir del avance de la vacunación contra el coronavirus, las empresas podrán considerar eliminar la dispensa a los trabajadores que decidan no inocularse y, ante la imposibilidad de incorporarlos al ámbito laboral, evaluar «cesar la remuneración».
Daniel Funes de Rioja, se dirigió a la prensa tras la reunión de Junta Directiva de la UIA que preside y planteó el análisis que hicieron sobre el contexto sanitario de la actividad productiva y la necesidad de «un entorno más propiciable (sic)» en cuestiones como la dispensa de los trabajadores no vacunados.
«Aquel que está con primera dosis ya puede ser convocado, pero se genera el problema con los que no quieren vacunarse. En ese caso nadie puede obligarlos, pero nadie puede obligar a insertarlos en un medio laboral con riesgo para otros trabajadores y sus familias. Por lo tanto, entendemos que en esos casos cesa la dispensa y cesa la remuneración», expresó Funes de Rioja.
Estos argumentos no son nuevos. El mismo Funes de Rioja ya los esgrimió en agosto de 2020 y entonces encontró el rechazó de todo el arco del movimiento obrero y del gobierno nacional.
El replanteo viene debido al cambio de contexto tras la exitosa campaña de vacunación. En ese caso, entendió que debe cesar «la dispensa de la norma que le autorizaba a no trabajar, en muchos casos ni siquiera de forma remota, pero seguían recibiendo sus haberes u otras asignaciones”. Esa obligación, dijo, “atendía un principio de buena fe por la cual había una contraprestación porque no había vacuna”. Pero ahora, dijo el abogado lobbysta, “existe y esto tiene una contrapartida que es el cese de la obligación del pago respectivo».
Reforzando el punto afirmó que «la vacuna no se puede imponer, pero no vacunarse tiene consecuencias«, señaló al asegurar que esa postura fue consensuada en la Junta Directiva teniendo en cuenta la experiencia internacional y el alcance de la normativa vigente.
Funes de Rioja aclaró que esa toma de postura institucional podrá ser trabajada «con los sindicatos sector por sector», pero no implica una recomendación o un mandato a las empresas del sector, que analizarán la situación y «después cada una lo aplicara o no».
Tras ser consultado si la UIA contempla la posibilidad de una ola de juicios por esa postura, el industrial admitió que «en Argentina todo se puede judicializar pero la UIA no afirma que se tiene que despedir al trabajador sino que cada empresa sabrá qué hacer en la práctica y los riesgos que asume«.