Horas después de que Nicolás Dujovne reconociera la veracidad de un documento de trabajo interno en que el Ministerio de Hacienda blanqueaba que la pauta inflacionaria de 2018 será superior al 40%, el Gobierno se sentó a negociar salarios con los trabajadores de la Dirección Nacional de Vialidad.
Tras seis meses de reuniones «ofertaron» una recomposición salarial del 6,5%, lo que hizo enfurecer al Sindicato. En un contexto de índices de 4% mensuales, la propuesta fue considerada una burla y una manera de empujarlos al conflicto.
«Hemos recibido de la Administración una propuesta salarial ´real´ del 6,5% del ingreso neto de los trabajadores para un ciclo anual de vigencia del acuerdo que debería celebrarse», explicaron en una comunicación oficial.
«Los trabajadores viales nos consideramos discriminados frente a los anuncios públicos de aumentos muy superiores en otros ámbitos estatales, tanto de jurisdicción Nacional de la C.A.B.A y Provincia de Buenos Aires», agregaron.
Desde el Sindicato de Trabajadores Viales, en el que el viernes asume Graciela Aleñá como nueva secretaria General, calificaron la actitud oficial de «mala fe y carente de esfuerzo alguno tendiente a alcanzar un acuerdo», por lo que ya están elaborando un plan de lucha como respuesta. «En vistas de lo acontecido en el día de la fecha este sindicato resuelve determinar el Estado de Asamblea permanente, alerta y movilización y la concreción de medidas de acción directa conforme lo resuelto por las Asambleas Generales distritales realizadas», manifestaron.
Según pudo saber InfoGremiales, el dato adicional y todavía más preocupante, se dio cuando en medio de las discusiones, Carolina Rodriguez, la gerenta de Recursos Humanos de Vialidad Nacional, puso en duda la continuidad del organismo. «El futuro de vialidad está en revisión, por su vínculo con el tema de los cuadernos», deslizó.
La frase enfureció aún más a los representantes gremiales, de fría relación con Julio De Vido durante los 12 años de gestión kirchnerista, que creen que se trata de una maniobra más, pergeñada desde el Ejecutivo, para privatizar vialidad. De esa forma lograrían beneficiar con obras a los contratistas predilectos de la gestión de Cambiemos y cumplir con una de las premisas ideológicas de varios de sus funcionarios.