Ganancias: ese oscuro objeto de rechazo sindical

La oposición al Impuesto a las Ganancias viene siendo un caballito de batalla del sindicalismo opositor de los últimos tiempos. Y aunque ya en agosto del año pasado y luego de reclamos varios el gobierno subió el ingreso mínimo afectado por tal impuesto, el mismo volvió a ser uno de los reclamos principales en el último paro de las CGT y la CTA opositoras.

En la última semana se sumaron al reclamo por reducir o eliminar tal impuesto la CGT y la CTA oficialistas. La central comandada por el metalúrgico Antonio Caló se pronunció en una comunicación del pasado 30 de abril en términos de impugnación al impuesto como tal, pidiendo «la reforma de los instrumentos legales que determina el Impuesto a las Ganancias, con el objeto de terminar con el error de considerar al salario como ganancia”.

El líder de la CTA oficial, Hugo Yasky, se mostró más moderado pidiendo un ajuste en el mínimo. Aseguró que «no es lógico que haya paritarias con un 30 por ciento de aumento y no se eleve el mínimo no imponible de Ganancias”. Pero por otro lado se mostró firme en cuanto a lo perentorio del reclamo. “La elevación del mínimo no imponible se tendría que anunciar de aquí a 15 días”, afirmó en el mismo acto.

Lo cierto es que la decisión del gobierno de subir el mínimo que se afecta con el impuesto a las ganancias ya está tomada hace semanas. El 9 de abril la propia presidente lo prometió en una reunión con el bancario Sergio Palazzo y a Armando Cavalieri, de Comercio, en la quinta de Olivos por las paritarias. También estaban presentes los ministros Carlos Tomada y Axel Kicillof junto con los máximos representantes de la banca y del comercio. Incluso está prácticamente decidido que el anuncio se hará antes de la liquidación de los aguinaldos de junio, y seguramente por cadena nacional.

Sin embargo, la marcha programada por Hugo Moyano para el miércoles próximo generará que se estire la decisión presidencial, para no regalarle al camionero un aparente pexito político.

Lo que además falta definir es la precisión cuantitativa. Con criterios más técnicos sobre la recaudación fiscal, el grueso del equipo económico aboga por una suba moderada que lleve el mínimo de los 15.000 pesos mensuales actuales a entre 17 y 18 mil, y reduciendo su peso relativo hasta los 25 mil.

Mientras un ala más política quiere una suba mayor del mínimo, con la intención de desactivar justificaciones a la oposición sindical, pero también política y social de estratos medios no adeptos al encuadramiento gremial. También, por la positiva, para contener a los sindicatos propios, en especial de la CGT oficialista, como los propios metalúrgicos de la UOM.