«Estoy al tanto como nos estamos enterando todos, sorprendido», dijo ayer el titular del gremio de la construcción, Gerardo Martinez, en un escándalo del que por ahora vienen saliendo indemnes los gremialistas.
«Es una vergüenza que estas cosas sucedan. Prefiero un desarrollo empresarial prestigioso y que gane dinero honestamente con competencia leal», sostuvo Martínez sobre el escándalo que involucra a hombres de negocios del sector de trabajadores que representa y a funcionarios del kirchnerismo.
El dirigente gremial reclamó que «la Justicia llegue a fondo» con el tema e insistió con que él desconocía los supuestos sobornos en la construcción de obra pública pese a tener un diálogo frecuente con los empresarios del sector.
«Con los empresarios hablamos de salarios, no se dedican a hablar de sus negocios con sus trabajadores. Cuando nos juntamos es para hablar de los derechos de los trabajadores, y siempre lloran», señaló.
Por otra parte, Martínez advirtió que actualmente «se ha parado la obra pública» y que «hay un goteo negativo que se da mucho en las provincias».
«Estamos muy preocupados hablando con los ministros, tratando de garantizar los certificados de obra y que no haya despidos», agregó en declaraciones a Radio Led.