Después de diez días de silencio, María Eugenia Vidal dio su versión del primer video que contaba con las repudiables declaraciones de su exministro de Trabajo Marcelo Villegas sobre armar una Gestapo antisindical. Fiel a su estilo, la actual diputada por CABA se desentendió de todo y aseguró que será la AFI macrista la que “tendrá que explicar por qué había gente» del organismo en la reunión. Sin embargo, en otro video que trascendió hoy se observa cómo los agentes encabezaron el encuentro e invitaron al resto a presentarse.
La Política Online publicó otro video que se suma a la colección de fragmentos sobre la misma reunión. Este relata el inicio del encuentro y se ve como los tres agentes de la AFI, ya identificados como Darío Biorci, el ex jefe de gabinete de la AFI y cuñado de Silvia Majdalani; Sebastián De Stéfano, ex director de Jurídicos del organismo; y Diego Dalmau Pereyra, ex director de Contrainteligencia, encabezar la charla.
Más aún, invitan al resto a que se presente para que el resto sepa con quiénes está hablando. Esto cuestiona todas las versiones que se vienen escuchando como defensa.
La de María Eugenia Vidal, apuntando a la exAFI, como si sus funcionarios no hubieran sabido nada al respecto. La de Julio Garro, que aseguró que se enteró ahí mismo que iban a estar presentes agentes de inteligencia, que en un principio pensó que eran «colaboradores».
También la versión de los empresarios de la construcción, que emitieron un comunicado para decir que «no tienen nada que ver con una supuesta ´mesa judicial´ ni con ninguna presunta persecución contra la actividad gremial de ningún tipo».
Los agentes de inteligencia no debieron introducirse porque todos sabían quiénes eran, al contrario, presentaron y condujeron la reunión, e incluso agradecieron a los participantes su asistencia. «Buen día a todos, gracias por venir», dijo uno de ellos.
Quien describe el plan termina siendo el exministro de Trabajo Marcelo Villegas pero este video confirmaría que la reunión fue organizada desde la AFI, al punto que los espías solo dicen a su turno su nombre de pila. No hizo falta puntualizar su apellido ni a qué se dedicaban evidentemente. Todos los sabían antes de empezar.