La centralidad estratégica de los gremios del transporte ya está fuera de duda. Por ello todos esperan con expectativas el plenario de los gremios que forman la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), y en la cual buscarán definir cómo continuar con su “plan de lucha”.
En principio, el encuentro tiene por objetivo reorganizar el sector, con el reintegro formal de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los maquinistas de trenes de La Fraternidad, que se habían escindido en tiempos del cisma cegetista y habían creado la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT) dentro de la CGT oficialista.
El secretario general de la CATT es el moyanista Juan Carlos Schmidt (Dragado), de buen diálogo con todos los sectores y por ello mismo mencionado como candidato en una eventual reunificación cegetista. Omar Maturano, de La Fraternidad, quedará como adjunto y Roberto Fernández, de la UTA, tendrá a su disposición la secretaría gremial.
Pero la decisión que todos esperan es con respecto a las medidas de fuerza a implementar. En los últimos días pareció ganar terreno la postura de no llamar a un nuevo paro, como quiere el moyanismo, sino adoptar medidas puntuales desde el sector. En particular, la propuesta de no trabajar feriados, evitando así su descuento por el impuesto a las Ganancias.
Hugo Moyano convocó para este miércoles al Comité Central Confederal de la CGT Azopardo en el cual aprobarían un nuevo paro, esta vez por 36 horas y con movilización a la Plaza de Mayo. Maturano y Fernández son dos actores clave para garantizar el éxito del paro, pero hicieron saber que prefieren darle un tiempo al Ejecutivo hasta promover una medida semejante.