La intervención a cargo de Omar Zeidán (Cambiemos) advirtió durante el fin de semana que, de no revertirse la ecuación financiera, el camino inexorable podría ser su cierre. Desde la Casa Rosada, sostiene que la empresa «debe comenzar a producir», sino «sólo se sostienen salarios». La mina, en forma intermitente, se encuentra paralizada desde febrero por conflictos sindicales.
El Gobierno decidió ir a fondo con la mina de carbón a la que el gobierno kirchnerista le destinó $ 26.000 millones y desvío cientos de millones, según la Justicia. Esa partida presupuestaria debía materializarse en una puesta en valor de YCRT que tenía entre sus principales objetivos, generar carbón suficiente para la Usina Termoeléctrica, obra que demandó 1.600 millones de dólares y nunca se terminó. La mina produjo la misma cantidad de mineral que en 1953.
Desde febrero de este año se implementó un plan de reestructuración que implica un ahorro de 1.000 millones de pesos y 500 despidos, de los que se hicieron efectivos 215. La planta de personal, según la intervención, entre 2011-2015 «se duplicó y se sobredimensionó, llegando a poco más de 3.000 agentes pero no por razones de producción, sino más bien por fines electorales».
En números, la auditoría interna arrojó que la planta de personal aumentó en un 233%. El Presupuesto del año en curso que se aprobó en el Congreso le otorga $ 3.435 millones a YCRT, casi 800 millones menos que en 2017. Según las autoridades de la empresa minera, la suma de dinero no alcanza para cubrir los sueldos y jubilaciones, que en 2017 demandaron poco más de $ 3.800 millones.
La estructura financiera de la empresa santacruceña, «volvió inviable a YCRT», señalaron fuentes oficiales a Clarín. Con la producción detenida por los conflictos sindicales ante los despidos realizados, se inició el Proceso Preventivo de Crisis (PPC) que «concluyó sin éxito», indicaron desde la firma minera.
El manejo del yacimiento quedó ahora bajo la órbita del flamante ministro Dante Sica y en la provincia que gobierna Alicia Kirchner reclaman «certezas sobre la continuidad de la empresa». El planteo es sostenido por los gremios que nuclean a los trabajadores. «Queremos seguir debatiendo con el objetivo de garantizar el funcionamiento del yacimiento, pero no hay convocatoria», señalaron en un comunicado.
Ante la vigente tensión, YCRT emitió un comunicado anticipando que el escenario actual no es el más promisorio. Se refirieron así a “salarios desproporcionados” que “deben sumarse los los complementos jubilatorios”, frente a “un delicado presupuesto”.
Según la información oficial, las jubilaciones se llevan más de 400 millones de pesos del total del subsidio general “quitándonos la posibilidad cierta de utilizar esa masa de dinero para la producción de carbón”, expresó la empresa.