«El gobierno porteño desalienta con este sistema online, que dejó a 7.000 chicos sin vacante el año pasado, el acceso a la escuela pública de miles de niños. Hay cada vez más interesados en ingresar a estas escuelas y cada vez menos presupuesto», dijo a Télam el representante de los docentes.
Según López, el presupuesto educativo de la Ciudad de Buenos Aires viene disminuyendo año a año. En 2004, fue del 30 por ciento, en 2013, del 24 por ciento; en 2014, del 21 por ciento; y para el año 2015 están proponiendo bajarlo al 20.
«Además de desalentar el acceso a la educación pública, que a pesar del desprestigio que ha recibido estos años, sigue creciendo como opción, la inscripción online virtualizó la relación entre las familias y la escuela», señaló López.
El secretario general de UTE explicó que «cuando uno elige una escuela para los hijos realiza una elección que tiene que ver con la vida de esa familia, su historia, sus proyectos. No estamos en contra de las computadoras pero es como con la salud: hoy le mandamos los estudios por mail al médico pero somos nosotros los que elegimos a qué médico ir o que médico no ir más».
«Esto le hizo perder soberanía a las familias que antes podían elegir la escuela de sus hijos, y aunque había un reglamento que establecía un orden de prioridades, los padres podían elegir igual, como lo hacen los que eligen la escuela privada», explicó.
Esta nueva edición de la inscripción online fue por lo menos «confusa, ya que el mismo ministro Esteban Bullrich salió a decir que fue avalado por los supervisores. Y eso falso», dijo López.
«Los supervisores no avalaron la inscripción online porque no hubo interés por parte del gobierno de abrir esta discusión. Sólo hubo algunas consultas puntuales para no tener tantos problemas como hubo el año pasado, pero eso no es avalar el sistema», completó.