Hugo «Cachorro» Godoy expresó en un comunicado su disconformidad respecto al rumbo de política económica que lleva a cabo el gobierno nacional luego de «las medidas de shock» que siguieron a las PASO. Denuncia que desterrar la pobreza ya no es una prioridad, aún luego de que el PBI crezca 10 puntos y advirtió sobre las consecuencias que tendrá el malestar social.
El dirigente de estatales relató brevemente los momentos en los que detectó cambios de dirección en el timón de la Casa Rosada: «Un aspecto elocuente fue el encuentro al que se nos convocó para hacernos conocer las pautas y prioridades de acción del Consejo Económico Social que se realizó en el Centro Cultural Kirchner el pasado martes 29 de marzo: Desterrar la pobreza no estaba como prioridad.», abrió Hugo Godoy, e identificó al culpable de esta decisión en el FMI, que acordó un mero registro asistencial para la pobreza.
«Estas cuestiones no se van a resolverse con planes asistencialistas, sino con el desarrollo de la industria nacional, con el fortalecimiento del mercado interno, y con la generación de empleo digno y de un incremento en los ingresos de las y los trabajadores activos y jubilados.», señaló Godoy.
Luego argumentó que los datos estadísticos positivos que tiene para exhibir el gobierno se deben a las medidas de shock tomadas luego de las PASO: «Por lo tanto, lo que se requiere es avanzar en medidas de shock y cambios estructurales que puedan modificar el sistema de ingresos en la Argentina que, evidentemente, el año pasado no se modificaron sustancialmente.»
«La mejor demostración de eso es que se incrementó el Producto Bruto Interno en un 10%, pero los niveles de desocupación y de pobreza siguen estando en un nivel sumamente alto, mientras que la ocupación se encuentra con altísimos niveles de precariedad.», comparó el referente de la CTA Autónoma.
Y advirtió para concluir que «De no ser así, en la realidad política y social de nuestro país se acentuarán las expresiones de rechazo de nuestro pueblo, como las de las elecciones del año pasado en las que el Frente de Todos perdió el apoyo a la dirección de las políticas económicas y sociales de 5 millones de personas en las PASO, de las cuales 4,1 millones volvieron a hacerlo en las elecciones de octubre.»