Mientras extramuros teje alianzas circunstanciales con las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli y las organizaciones sociales, Hugo Antonio Moyano buscará hoy empezar a recomponer su base de poder original. Con el objetivo de retomar protagonismo en Azopardo, a pesar de la salida de Camioneros de la central, relanzará el moyanismo en un cónclave que servirá, fundamentalmente, para limar diferencias.
Para ello prescindirá de la idea de recostarse en la figura de su hijo mayor. que cultivó desde que abandonara el liderazgo de la extinta CGT Azopardo. Él personalmente encabezará, desde las 13 horas en la sede de Aeronavegantes, la reunión con la tropa que supo ser su núcleo más cercano.
Las miradas estarán puestas en la recomposición de la relación entre el camionero y el triunviro Juan Carlos Schmid, luego de varios chispazos. Moyano y Schmid supieron ser dirigentes inseparables. Compartieron mil batallas desde el MTA, en los 90´s, hasta febrero de este año. La multitudinaria movilización del 21 de febrero fue el último acto en el que coincidieron y desde allí hubo más bien distancia. El portuario no termina de comulgar con el perfil de Pablo Moyano, ni se siente representado por la idea de orbitar cerca de CFK.
Pero Schmid no será el único con el que el Presidente de Independiente se volverá a ver orgánicamente. También asistirán Roberto Coria (Guincheros), Carlos Frigerio (Cerveceros), Amadeo Genta (municipales porteños), Pablo Flores (AEFIP), dirigentes de Luz y fuerza patagonia, judiciales de Julio Piumato, panaderos de Abel Frutos y, por supuesto, el anfitrión, Juan Pablo Brey, entre otros.
Se espera que Moyano llegue con su núcleo más cercano, Omar Plaini (Canillitas) y Sergio Sanchez (Sutpa), y que se analicen los anuncios de ayer de Mauricio Macri y Nicolás Dujovne y las potenciales respuestas del movimiento obrero.
El acercamiento de partes, y el relanzamiento del espacio, se gestó la semana pasada en un desayunó en la oficina del propio Moyano, en el que Brey hizo de embajador de los moyanistas que no acompañaron la salida de Camioneros de central obrera. Allí, según el propio líder de la Juventud Sindical, hablaron «de la difícil situación de nuestro país y de un gobierno que castiga a los trabajadores con sus políticas».
Entre los ítems que estará arriba de la mesa, en consideración de los dirigentes, está la posibilidad de adelantar los plazos para la medida de fuerza definida por la CGT. El 25 de septiembre parece quedar demasiado lejos y la eliminación de ministerios le suma condimentos a un cóctel social, político y económico explosivo.