Cerca del mediodía, el ministro Andrés Ibarra, el cerebro del ajuste en el Estado, recibió a los secretarios generales de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli «para poder encauzar una solución en cuanto a los despidos en algunos sectores del Estado», según informó la vocera de prensa de Micheli.
Del encuentro participaron también el subsecretario de Relaciones Laborales de la cartera, Carlos Lelio, otros dos funcionarios y dos delegados gremiales del Hospital Posadas, de Morón, donde en marzo pasado se registraron más de 150 despidos.
En la reunión, los funcionarios de Modernización «se comprometieron» a revisar parte de los despidos en el Posadas y otros organismos del Estado, «en una primera instancia los casos que tengan hijos con alguna discapacidad, madres embarazadas y delegados gremiales», informó el sector de la CTA Autónoma que responde a Micheli.
Sin embargo, minutos después Carina Maloberti, dirigente de ATE Nacional, aseguró que el Ministerio de Agroindustria «envió los primeros 300 telegramas de despido» y que dispuso para hoya un «asueto por cuestiones operativas» en la sede de la cartera, Paseo Colón al 1000.
La sede ministerial también permanecerá cerrada el sábado y domingo próximos, informó la Dirección General de Recursos Humanos del organismo, según se lee en la copia de un comunicado oficial.
«Salieron ya los primeros 300 telegramas, pero sabemos que siguen muchos más, se habla de más de 900 en el Ministerio de Agroindustria» y organismos que funcionan en su órbita, como el INTA y el Senasa, dijo Maloberti, delegada de ATE-Senasa.
Debido al asueto de hoy y el cierre del edificio ministerial hasta el domingo, «el conflicto se va a sentir el lunes, cuando los compañeros vuelvan a trabajar y a muchos los quieran impedir el ingreso», anticipó la referente ATE Nacional, el sindicato de estatales encabezado por Hugo «Cachorro» Godoy, de la CTA Autónoma.
Según pudo saber InfoGremiales, la maniobra de Ibarra se completa con la presencia de agentes de Modernización en Agroindustria toda la semana, por lo que el ministro estaba al tanto de que apenas cerraban la puerta los gremialistas se estarían enviando nuevos telegramas.