Debido a la baja en el consumo y la severa crisis económica que vive la Argentina, el sector textil registró 17.000 puestos de trabajo menos entre 2015 y 2018, según la Fundación Pro Tejer.
«El nivel de actividad es cada vez más grave, lo tenemos muy monitoreado y cada vez el sector está peor. Si se compara el tercer trimestre de 2018 con el mismo período de 2011, la caída en el sector textil es del 37% y de 33% en el de indumentaria. Es la debacle del ciclo de producción de la cadena», declaró Ariel Schale, director ejecutivo de Pro Tejer, a El Cronista.
En septiembre de 2015 existían más de 115.000 puestos de trabajo formales en la actividad, mientras que durante el año 2018 la cifra disminuyó a 98.000 empleados registrados. Eso sin contar el impacto sobre lo informal.
Los empresarios y representantes de los gremios siguen adjudicando gran parte de esta baja a la apertura de las importaciones, el aumento de los costos locales y el retroceso de las ventas en el mercado interno.