Cerca de 200 gendarmes se hicieron presentes este jueves en la planta de la multinacional alimenticia PepsiCo, en la localidad bonaerense de Florida, partido de Vicente López, e iniciaron el desalojo de la fábrica. La Policía ingresó al lugar y hay diez detenidos hasta el momento. Un grupo de trabajadores se encuentra en el techo del establecimiento.
«Vamos a resistir acá en el techo, y si algo nos pasa, hacemos responsable a [el presidente Mauricio] Macri, a [la gobernadora María Eugenia] Vidal y a la jueza» Andrea Rodríguez Mentaste, advirtió en horas de la mañana Camilo Mones, delegado de la Comisión Interna, según consignó la agencia DyN.
La planta fue cerrada en junio por la multinacional y afectó a 600 familias.
Durante la madrugada, un importante operativo policial se trasladó hacia las inmediaciones de la fábrica con la intención de desalojar a los trabajadores que permanecen en el lugar en reclamo por los recientes despidos ocurridos en la empresa.
Quince móviles de Gendarmería, con efectivos de Infantería, se agruparon la noche del miércoles en la intersección de la Avenida Constituyentes y General Paz y pasadas las 3 de la mañana partieron camino a la planta. A las 8 comenzaron con el desalojo.
La protesta de los trabajadores de PepsiCo comenzó el 20 de junio, cuando los empleados que debían cumplir el turno de guardia ese día feriado, al arribar al lugar, se encontraron con un cartel en la puerta que anunciaba el cierre de la planta.
La empresa argumentó que lo hizo «debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos». En ese contexto, anunció además que mudará la producción de snacks a Mar del Plata y, del total de trabajadores de la planta, 691 personas, reubicará sólo a 155 e indemnizará al resto.
Ante este escenario, los miembros de la comisión interna de la planta anunciaron la toma de la fábrica.