Tras extenuantes meses de reclamo por la afectación de asalariados en el impuesto a las ganancias, y la consistente negativa del gobierno a incluso subir el mínimo no imponible, la táctica de la CTA oficialista apunta ahora a que se exima, al menos, el medio aguinaldo de fin de año.
Su líder Hugo Yasky salió a pronunciarse fuertemente al respecto: “El Gobierno tendría que tomar nota de algunas cuestiones que hay que hacer”, sostuvo el gremialista docente en declaraciones a radio El Mundo.
También explicó que “este año fueron muy fuertes los aumentos que se pactaron en paritarias”, y que eso “se nota cuando viene el medio aguinaldo”. “Estamos hablando de porcentuales de aumento inusuales, y en ese sentido creo que cabe una medida inusual que es no descontar el medio aguinaldo”, planteó.
Afirmó que el planteo ya fue enviado al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y que el “pedido va a llegar a la presidenta”, aseguró.
Por otro lado, su par de la CGT oficialista, el metalúrgico Antonio Caló no tuvo suerte en un encuentro privado con el Ministro de Economía Axel Kicillof. Según trascendió, en esa reunión el ministro le habría aclarado a Caló que no se eximiría el aguinaldo de diciembre del impuesto.
El compromiso de Kicillof habría apuntado a medidas que busquen mantener y aumentar el nivel de actividad, principalmente por el aumento de la actividad industrial en sustitución de importaciones.
Se espera que antes de fin de año las dos centrales afines al gobierno nacional vuelvan a embestir por modificaciones a Ganancias que calmen, al menos momentáneamente, el impacto del tributo.