Un viejo caminante del movimiento obrero, con base en la zona oeste del conurbano bonaerense, explicaba con un hallazgo la situación generada a partir del “principio de encausamiento” de los reclamos de la CGT al Gobierno Nacional: “Estas cosas se terminan de definir en 50 días cuando los cumpas empiezan a comprar el Fernet para cada festejo que dispara el fin de año… parate en un chino, en un super, y mirá cual llevan, apuesto a que antes de ver un “Branca” te vas a cansar de ver otras etiquetas. Y acompañada por Manaos, con suerte”.
Así, el índice Fernet, explicaba con brutal síntesis la segura pérdida del poder adquisitivo que tendrán la amplísima mayoría de los trabajadores en su poder de compra al llegar las fiestas de diciembre y que -encaminada de alguna forma la discusión- no será atemperada significativamente sea cual sea el resultado final de las negociaciones que llevan adelante CGT-Gobierno-Patronal.
Será entonces el año 2016 un año con profundo signo negativo en el “reparto de la torta” entre capital y trabajo, con pronóstico incierto para el 2017, y sobre un piso de un índice de desempleo cuya mirada más optimista apunta a “que no aumente” mas que a la baja.
Mientras algunos creen que el año electoral traerá un respiro a la clase trabajadora, otros sostienen que el modelo de “competitividad” que trae el Gobierno de Cambiemos sólo cierra bajando costos laborales… Y menos Fernet del bueno.