Desde el jueves pasado y tras cinco días con el servicio totalmente interrumpido comenzaron a salir las primeras unidades de los playones del partido bonaerense de Tigre y del barrio porteño de Constitución, pero los trabajadores que debían hacerlo de la tercera cabecera que tiene la línea en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, no pudieron hacerlo porque la policía colocó dos patrulleros en la puerta, denunciaron los representantes gremiales de los choferes.
“Los policías nos informaron que hay una orden de un fiscal por la que no podemos salir con los colectivos, así que estamos desde el jueves pasado cumpliendo nuestro horario en este playón”, dijo hoy a Télam Hugo Schvartzman, uno de los delegados de los trabajadores.
El conflicto entre la empresa Monsa y los trabajadores comenzó el pasado jueves 25 de junio cuando los choferes decidieron no cobrar boleto en reclamo de la reincorporación de uno de sus compañeros que, según ellos, fue echado sin motivos.
Un día después “el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y ordenó a la empresa reincorporar a nuestro compañero pero cuando este se presentó a trabajar le prohibieron la entrada, y enviaron 50 telegramas más de despido, entonces decidimos continuar con nuestra decisión de no cobrar boleto”, explicó Schvartzman y agregó “fue entonces cuando la empresa retiró a todo el personal jerárquico y administrativo para evitar que las unidades puedan circular”.
Durante cinco días los trabajadores cumplieron sus horarios en los playones de la linea y el servicio estuvo completamente interrumpido “perjudicando a los casi 250.000 pasajeros que utilizan la linea diariamente”, señaló el gremialista.
“El jueves pasado a pesar de no contar con la autorización de la empresa decidimos sacar los colectivos para no perjudicar tanto al pasajero, y la empresa en vez de adoptar una medida conciliadora o venir a dialogar desapareció”, añadió.
Según los delegados, la empresa denunció que hay una usurpación del predio de Maschwitz, “algo que no existe porque acá cada uno entra y sale cuando quiere”, sostuvo Schvartzman y aseguró que “esperamos que la empresa recapacite y se siente a dialogar con los trabajadores, o que el Ministerio de Trabajo interceda de una vez por todas porque este conflicto no puede seguir así”.