En el marco de una nueva jornada de protesta para pedir por recomposición salarial para los trabajadores del CONICET, que incluyó un paro y una movilización al Polo Científico, Mariano Barrera, doctor en Ciencias Sociales, investigador del organismo y de FLACSO, analizó la situación salarial de los trabajadores del organismo: «Macri se va del Gobierno con una pérdida salarial del 50% en cuatro años».
El reclamo de los investigadores apunta, en el mediano plazo, a que se avance con las negociaciones por un convenio colectivo sectorial, que modifique sustancialmente la situación salarial y la pérdida del poder adquisitivo del orden del 50%, que padecieron los investigadores, y el sector público en general, durante los últimos cinco años.
Esta chance, abriría la posibilidad de que los trabajadores del organismo, que hoy representan el 6% del sector público total, negocien sus propias condiciones de trabajo, ítems, y recomposiciones, más allá de la paritaria estatal que UPCN negocia con el gobierno nacional.
Barrera dialogó con Gobierno de Científicos, por Radio Caput, y se refirió, además, al impacto de las medidas de recomposición del salario tomadas por el Gobierno, destinadas a complementar las subas otorgadas por la paritaria, para el sector, a modo de reconocimiento del deterioro que viene padeciendo su salario, y de la labor que realizaron los investigadores e investigadoras durante la pandemia.
La coyuntura es que el año pasado, durante 2020 hubo apenas 7% de aumento en la paritaria nacional de los trabajadores estatales y se termina de cerrar la paritaria en mayo de 2021 con un una suba del 25%, y, adicionalmente, el Ministerio de Ciencia consiguió adicionar un 20% (en noviembre 2020 y abril 2021) al ítem de jerarquización sobre el total del salario de científicos y científicas y Personal de Apoyo (que no incluye a trabajadores administrativos y personal de gestión).
La novedad de la jornada de ayer fue la participación de la protesta del personal de gestión que, autoconvocado, se sumó a las protestas.
«En mayo de 2021 el salario del organismo tendría el mismo nivel de poder adquisitivo que a finales de 2019», dijo Barrera, al respecto, y agregó que «el poder de compra de mayo de este año sería el mismo que el del inicio del actual gobierno».
Barrera recordó que «Macri se va del Gobierno con una pérdida salarial del 50% en cuatro años» y advirtió que, sin embargo, «todavía estamos muy por debajo de los valores del 2015».
«Si uno mira en términos históricos, el poder adquisitivo del salario el agosto de 2020 era el mismo que en la crisis de 2002», dijo Barrera, y destacó que en 2020 «hubo recuperación, pero aún estamos en niveles de 2004».
«El salario de CONICET está claramente atrasado», dijo, en este sentido, Barrera. «Efectivamente hoy el salario de un investigador inicial, asistente, es equivalente a la canasta de pobreza, pero eso no quiere decir que un investigador sea necesariamente pobre, porque la canasta de pobreza mide lo correspondiente a una familia integrada por cuatro personas con un solo ingreso», explicó Barrera.
Jerarquización
El ítem de jerarquización se incorpora en 2004 como mecanismo para recomponer el salario del sector ante paritarias atrasadas, pero no se incorpora al básico de los trabajadores que ronda los siete mil pesos para los investigadores asistentes (bruto), a lo que se suman tres ítems más que configuran el básico ampliado, donde ingresan informes aprobados, títulos de doctorado, etc.
«El salario del CONICET está muy flexibilizado», dijo el investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, y explicó que «en la medida que esos ítems no se incorporan al básico, todos los años de antiguedad no se calculan sobre jerarquización».
Barrera explicó que «es una suma cuasi en negro que termina afectando el salario», y así un investigador del CONICET gana menos por tener un título de doctorado, que un trabajador de planta del Estado, por tener un título de grado: «Su básico es casi el 90% del salario que es más alto que el porcentaje de básico de investigador».
«Hoy en términos salariales, un investigador del CONICET, que tiene que tener título de doctorado, tiene que pasar por tres concursos y tiene que presentar informes anuales gana bastante menos que un trabajador del estado, en términos de niveles de exigencia, y hoy cobra un 30%, comparativamente», dijo Barrera.
El investigador explicó que la suba salarial decidida por el Gobierno, que representan unos seis mil pesos, representan el 10% del salario que se suman a jerarquización.
Convenio colectivo y Ley de Financiamiento
Mariano Barrera aseguró que «la salida definitiva es el convenio colectivo propio en CONICET porque resolvería las especificidades del organismo», sin embargo apuntó que «se podría plantear la incorporación de la jerarquización al básico, en la coyuntura actual». Barrera explicó que «muchos gremios privados hacen eso, consiguen sumas no remunerativas en momentos de crisis y después negocian su incorporación al básico», pero dijo que «el convenio colectivo de trabajo permitiría encuadrar el CONICET en una actividad específica».
«El convenio colectivo propio permitiría desengancharse de la paritaria nacional fijando una especificidad del sector, y pudiendo conseguir sumas y acuerdos adicionales a esa paritaria», dijo Mariano Barrera, y agregó que «el convenio no haría que el salario se desate de los vaivenes de la economía argentina, como si lo haría la nueva ley de Financiamiento que se aprobó en el Congreso porque asigna un presupuesto mínimo para Ciencia y Técnica, haciendo que el sector no tenga tantos recortes».
Por último, Barrera aseguró que la erogación para el Estado no sería significativa, en caso de avanzar la discusión sobre el convenio colectivo para los 10 mil trabajadores que integran el CONICET (sin contar los becarios y becarias del organismo, que duplican la cifra): «El CONICET en el presupuesto nacional representa menos del 0.4%, es un valor muy bajo como para tener impacto, además para algo que considerás estratégico», dijo Barrera.
«El peso significativo del CONICET en el presupuesto es insignificante, por lo cual asignar una partida extraordinaria para recomposición salarial no mueve el amperímetro del presupuesto nacional», dijo Barrera, y consideró que «es más una decisión política».
«Esto tiene que ver con visiones de corto y largo plazo», analizó Barrera, y aseguró que «cualquier país desarrollado apunta a la inversión en ciencia, y la pandemia demostró que la ciencia argentina dieron respuesta a la pandemia, desde los tests serológicos, los barbijos, el suero equino, por lo que con financiamiento, el aporte de la ciencia al desarrollo argentino podría ser mayor, pero para ello faltan políticas estables a largo plazo».
Fuente: Periferia Ciencia