El dirigente de los metalúrgicos, Antonio Caló se mostró con dirigentes de pymes industriales, defendió las gestiones del gobierno, celebró la recuperación «de 22 mil puestos de trabajo en plena pandemia», defendió las leyes laborales y pidió que se revisen los costos de la cadena de producción de los alimentos: “Siempre me pregunto por qué no investigamos por qué la leche en el tambo cuesta diez pesos y en la góndola 110.«
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, destacó que Argentina se encuentra en recuperación económica y destacó el papel del gobierno nacional en el cuidado de la industria durante la pandemia, en la apertura del Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción que en esta segunda edición se amplió con la incorporación de la Confederación General Económica (CGE) metropolitana.
El empresario destacó la necesidad de tener previsibilidad en los precios de los insumos difundidos y remarcó que en este contexto “todo el mundo se cerró y nosotros tenemos que hacer lo mismo, sustituir importaciones», al compartir la apertura del congreso con el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, en una muestra del consenso entre trabajadores y empresarios.
Caló, por su parte, celebró que el gremio que conduce “recuperó 22 mil puestos de trabajo en plena pandemia”, luego de los 65 mil que había perdido entre 2015 y 2019. “En 2001 teníamos 60 mil trabajadores registrados”.
Recordó que durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, el sector “creció 240 mil, y con Macri bajamos a 170 mil.»
«Quiere decir que las leyes laborales no son el problema. Ojalá haya más empresarios que piensen en el país y en la gente que está sin trabajo por culpa de malas políticas”, reflexionó. “Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para que esto funcione”.
Para Caló, “tenemos problemas como desocupación y pobreza” frente a los cuales “necesitamos que el país reflote”.
“El gobierno está haciendo lo que tiene que hacer frente a un mundo que está parado. Con estas aperturas cambió el humor social: ahora hay que incorporarla al mundo del trabajo”, enfatizó.
El líder metalúrgico también puntualizó que “hay que hablar con quienes forman los precios” para sostener el valor adquisitivo de los salarios. Y graficó: “nosotros firmamos la paritaria y un kilo de azúcar cuesta 100 pesos, pero al otro día pasa a valer 105. Quiere decir que el salario se desvaloriza muy rápido”.
“Siempre me pregunto por qué no investigamos por qué la leche en el tambo cuesta diez pesos y en la góndola 110. Una hora y media de un trabajador metalúrgico para comprar una docena de factura, que es agua y harina. Antes una hora era para comprar un kilo de asado. Y ese dinero seguro no se lo queda el almacenero. El gobierno tiene la facultad de sentar a los formadores de precios y revisar los costos de la cadena”, subrayó.