Los proyectos impulsados desde el espacio que conduce el dirigente y legislador porteño Gustavo Vera refieren a la «certificación libre de trabajo esclavo de la cadena de producción de las marcas de indumentaria»; la «auditoria de los proveedores del Estado» y la «creación de un polo textil a partir de la reutilización social de maquinaria incautada a talleres textiles clandestinos».
El proyecto de ley de auditoría de marcas apunta a establecer «un conjunto de pautas, principios,obligaciones y responsabilidades para la comercialización de productos de la indumentaria y afines en el ámbito territorial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires», para «garantizar la protección integral de los trabajadores comprendidos en todas las etapas de elaboración de productos de la indumentaria».
La creación del polo textil busca fomentar «la concientización de todos los actores involucrados en el proceso productivo y de comercialización de marcas de la indumentaria (empresas dadoras de trabajo, proveedores, trabajadores y consumidores) respecto del compromiso activo de toda la sociedad en el combate al trabajo esclavo y la trata de personas», y «promover las relaciones dignas de trabajo que garanticen las condiciones de higiene, seguridad, salud y laborales correspondientes».
En tanto, el proyecto de ley de proveedores del Estado busca garantizar que quienes «adquieran materiales, mercaderías y productos de origen nacional deberán exigir que hayan sido producidos por trabajadores inscriptos en el Sistema Único de Registro Laboral, y en el caso de productos de origen extranjero por lo dispuesto por la OIT».