Las paritarias 2016 asoman más que complejas y en ese contexto los gremios del transporte parecen encaminarse a unir fuerzas para coincidir en un mismo número y potenciar la demanda.
En un diálogo con el diario «Río Negro», el gremialista marítimo Juan Carlos Schmid, titular de la CATT y alineado en la CGT Azopardo de Hugo Moyano, dijo que la propuesta nunca podrá ser menor que la discutida el año pasado. «El escenario no es el de la discusión por diciembre y enero. Es por los últimos dos años, que acumularon un 50% de inflación, un porcentaje que los salarios nunca subieron».
La CATT reúne a todos los gremios de Transporte con excepción de los Marítimos Unidos (SOMU), la Unión Ferroviaria y los taxistas de Omar Viviani, que estuvieron cerca del gobierno kirchnerista.
Schmid redactó el documento que dio a conocer el jueves la CGT, en el que se rechaza la «emergencia estadística» declarada por el gobierno y que, sostiene, imposibilita una negociación salarial con datos concretos.
«No vamos a aceptar que no haya un término de referencia. Como dijimos en el documento, se pretende que los trabajadores negocien con los ojos vendados», dijo Schmid.
El gobierno estima llegar este año a una inflación de entre un 20 y un 25%, según anticipó el miércoles el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gayt. Esa meta, aspiran, debería ser el rango de referencia para las paritarias.
En el pronunciamiento del jueves, la CGT reiteró su voluntad de participar del «pacto social» anunciado por el gobierno y se quejó porque, hasta ahora, el Poder Ejecutivo «no convocó» a los trabajadores para conocer su opinión sobre las medidas económicas que adoptó.
Ayer, el titular de la Unión Tranviarios Automotor Roberto Fernández, coincidió con Schmid en que la paritaria deberá estar «por arriba del 30%» porque «la inflación viene subiendo constantemente» y reclamó al presidente Mauricio Macri que reciba a los trabajadores.
«Queremos reunirnos con el Presidente para ver qué camino vamos a tomar, porque si no nos sentamos en una mesa, se pone muy difícil esta situación. Nadie en el movimiento obrero queremos que el gobierno empiece mal, todo lo contrario. Pero este enero nos preocupa», dijo Fernández.
El sindicalista apuntó contra los empresarios por el tema de los precios «que están subiendo cada vez más», y aseguró que también están preocupados por los despidos «que no solo están sucediendo en el gobierno, sino también en las empresas privadas».