Como se esperaba, la CGT moyanista evitó ir a un paro y confrontar abiertamente con el Gobierno nacional. Por ello, y para matizar la resolución, definió por «unanimidad» una jornada de protesta con ollas populares, ya utilizada en varias ocasiones durante el menemismo.
La decisión se dio en una reunión convocada para analizar los pasos a seguir tras el veto del presidente Mauricio Macri a la ley que impulsaban las cinco centrales obreras para impedir nuevos despidos durante los próximos seis meses.
Tras esta reunión, Moyano y sus principales laderos se trasladaron al sindicato de UPCN, donde se realizó una reunión con el resto de los sectores de la CGT para continuar debatiendo el proceso de unidad y se avanzó con cuestiones referidas a la organización del Comité Confederal del próximo viernes 3 de junio, que será la instancia previa al Congreso en el que se elegirán a las próximas autoridades de la central unificada.
El líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, pegó el faltazo en este último encuentro (envió en su lugar a Carlos Acuña del sindicato de Estaciones de Servicio), al que asistieron Moyano, Antonio Caló (UOM), Héctor Daer (Sanidad), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Abel Frutos (Panaderos), entre otros.
Lo que aún quedaba por definir era si los demás sectores cegetistas se plegarán a la jornada de protestas con ollas populares, que aún no tiene fecha establecida, tal como realizó Moyano durante el menemismo en todas las plazas públicas de Capital Federal, Gran Buenos Aires y las principales ciudades del interior del país.
Lingeri, del grupo de los «independientes», tomó distancia de esa protesta, pero Andrés Rodríguez, que integra el mismo sector cegetista, dijo en diálogo con NA que su gremio aportará «alimentos y todo lo que sea necesario para colaborar».
En declaraciones a la prensa tras el encuentro en UPCN, Moyano volvió a descartar un paro contra la gestión de Macri, aunque ratificó la convocatoria a una jornada de movilización y advirtió que «hay gente a la que no le alcanza el sueldo».
«Hay que definir la fecha y llevar ollas populares a las plazas para que la gente que tenga necesidades venga a comer», enfatizó el camionero, mientras que Omar Plaini (Canillitas) amplió: «La pobreza se ha incrementado por los despidos».
Pese a que la dos CTA presionan con ir a un paro nacional en breve, Moyano cargó contra los medios de prensa: «Vamos a ser nosotros los que vamos a definir un paro, no el periodismo. Los que más piden un paro ahora son los mismos que le chupaban las medias al gobierno anterior», disparó.
En similar sentido se pronuncio su hijo Facundo Moyano (Peajes) tras participar de la reunión en Azopardo: «Ahora parece que están todos apurados para que la CGT haga un paro, vamos a definir una medida de fuerza cuando sea adecuado, las condiciones para eso las fijarán los trabajadores, no el periodismo, ni los opinólogos».
Recordó además que «en 2014, cuando hubo 485 mil despidos», la CGT «convocaba medidas de fuerza y las críticas llovían de todos lados, y que en aquella época presentó un proyecto para establecer la doble indemnización «y el kirchnerismo vaciaba el Congreso».
Por su parte, Andrés Rodríguez afirmó a NA que no está en consideración un paro nacional aunque sostuvo que la CGT «seguirá realizando todas las acciones necesarias para defender el empleo y el poder adquisitivo».
En la reunión en UPCN los distintos sectores cegetistas decidieron conformar una mesa de cuatro integrantes (Daer, Acuña, Frutos y Mario Caligari, de UTA) que se encargará de llevar adelante todas las cuestiones organizativas para el Comité Confederal que se hará en la sede de Azopardo y que servirá para convocar formalmente al Congreso cegetista, que el 22 de agosto en el Estadio Obras Sanitarias elegirá a la próxima conducción.