En la tarde de ayer, en la sede del Sindicato de Camioneros, los delegados de Lear que se encuentran en lucha por la reincorporación de los más de cien despedidos fueron recibidos por la cúpula de la CGT Azopardo. La reunión se produce mientras que el gremio al que pertenecen los autopartistas, el SMATA, se encuentra en una guerra abierta con ellos que ya tiene capítulos gremiales, judiciales y penales.
El nexo entre las partes que parecen tan alejadas fue Facundo Moyano que ya se había acercado al conflicto hace unos días aportando su solidaridad como diputado nacional.
Según consignaron los delegados «fue una extensa reunión» en la que estuvo presente Hugo Moyano y sus hijos Pablo y Facundo, además de otros referentes de Azopardo.
Al salir explicaron que «Los delegados de Lear les pedimos medidas concretas de apoyo a nuestra lucha y que el paro que se está por convocar incluya entre sus demandas el rechazo a todos los despidos y el apoyo a la lucha de Lear».
En un guiño a la izquierda sindical Hugo Moyano expresó su apoyo a la lucha, prometió que sacarán un nuevo comunicado de apoyo y se comprometieron a aportar al fondo de lucha de los trabajadores de Lear.
Los delegados y despedidos de la autopartista multinacional son más de 100 por lo que se encuentran en campaña para conseguir un millón de pesos para poder sostener la pelea de todos los despedidos.
Asimismo, la delegación de la CGT y de los sindicatos presentes en la reunión se comprometieron a organizar otras formas de solidaridad para apoyar el reclamo.
Este cónclave de Moyano es un desafío abierto a la CGT oficialista que no sólo le niega el respaldo a los trabajadores de Lear en conflicto, sino que está en abierta confrontación con ellos. La guerra con el SMATA suma capítulos que ya incluso tienen sentencias judiciales y denuncias penales contra el jefe del gremio Ricardo Pignanelli.