La CGT que conduce Antonio Caló, difundió una «declaración» en la que critica «el despido arbitrario de trabajadores estatales; los episodios de represión de la protesta gremial; los abusos de autoridad de las fuerzas de seguridad; los cambios en el protocolo de actuación del Estado frente a manifestaciones públicas y la detención ilegal de dirigentes sociales y sindicales», pero consideró que «aún resta margen parar el diálogo» con el Gobierno.
El documento, que las autoridades cegetistas titularon «70 días de gobierno, aún resta margen para el diálogo» reafirman, «su voluntad de diálogo, integral y positivo, en procura de un mejor futuro, en una Argentina para todos».
El pronunciamiento, a la vez que caracteriza la etapa conducida por el anterior gobierno como de «profundas reformas y transformaciones, sobre todo en materia de recuperación de instituciones laborales», señala que la misma «no implicó una transformación definitiva de nuestra matriz productiva».
Sobre la gestión que conduce el presidente Mauricio Macri también subraya su disconformidad con medidas que impulsaron la «transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados de la economía» sobre todo «a través de la reducción de retenciones a las exportaciones, la devaluación de la moneda, que ya supera el 50%, y el inicio de un aumento desproporcionado de tarifas».
Más adelante, el pronunciamiento de las autoridades gremiales manifiesta preocupación por «la propuesta de una negociación colectiva basada en una inflación alejada de la realidad» y alerta que ese marco es «el intento de imponer techos a la negociación paritaria y la velada amenaza que se esconde tras el slogan de que los sindicatos debemos optar entre negociar salarios o empleos».