En una conferencia de prensa ofrecida en la sede de Azopardo 802 luego de dos horas de deliberaciones, los triunviros Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña anunciaron la marcha hacia el Congreso de los gremios cegetistas confederados desde las 14, por lo que la protesta contemplará a la CGT, a la Corriente Federal, a las tres vertientes de la CTA, a los movimientos sociales y los partidos políticos.
La CGT se declaró «en estado de sesión permanente», en tanto Schmid explicó que la huelga comenzará a la medianoche del viernes si el Parlamento aprueba la reforma.
Schmid repudió y rechazó «la iniciativa express» del Ejecutivo; aseguró que provocará «más miseria y hambre a los jubilados» y denunció que perjudicará a los trabajadores.
Las fuentes gremiales de las organizaciones que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) explicaron a Télam que el sector es «uno de los más afectadas por la creciente aplicación del mal llamado impuesto sobre el salario».
Además de rechazar las reformas previsional y tributaria, la aplicación y profundización de ganancias -según esos voceros- también fue causa fundamental para decidir la huelga.
«La CGT ya había rechazado el proyecto de reforma previsional el 22 de agosto último, cuando al cumplir un año de conducción se movilizó de forma masiva hacia la Plaza de Mayo para protestar y exigir un aumento de emergencia para los jubilados y pensionados y la aplicación de políticas que reviertan esa realidad», puntualizó Schmid.
El también jefe de la CATT -que siempre garantiza el éxito de las medidas de fuerza- denunció que la reforma que se procura aprobar «le meterá la mano en el bolsillo a los trabajadores activos y condenará a la miseria y el hambre a los jubilados».
Schmid también rechazó el acuerdo entre el Ejecutivo y los gobernadores y senadores nacionales, que permitió sellar el Pacto Fiscal y la reforma tributaria y, en ese sentido, el cosecretario general Carlos Acuña reclamó a quienes «se llaman legisladores peronistas que hagan honor a esa palabra y a la historia y rechacen mañana la reforma previsional».
«De esta forma no puede ni podrá haber soluciones. No puede dejar de haber conflicto social si se pretende aplicar esas políticas de hambre y miseria», puntualizó Schmid.
Al encuentro de Azopardo al 800 no asistió el cotriunviro Héctor Daer, de viaje en España, aunque Schmid aseguró que de forma telefónica el dirigente del gremio de sanidad avaló la protesta de hoy y mañana, y tampoco lo hicieron los independientes Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, los «gordos» como Armando Cavalieri y el secretario Gremial de la central obrera, Pablo Moyano.
En cambio, acompañaron esta tarde a la mesa de conducción -integrada por Schmid, Acuña, Oscar Romero y Francisco Gutiérrez- los integrantes del consejo directivo Roberto Coria, Rodolfo Daer, Omar Maturano y Julio Piumato, entre otros dirigentes.
Otros voceros gremiales aseguraron a Télam al término de la conferencia de prensa que si el gobierno continúa intentando aplicar políticas que perjudican a los trabajadores y a los jubilados «el conflicto se profundizará y se extenderá a la totalidad de los sectores».
«Si esas políticas avanzan, el próximo paro será de 48 horas», advirtieron las fuentes.
Las CTA ya habían convocado a un paro y marcha para mañana hacia el Congreso Nacional, en la que también participará la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) del bancario Sergio Palazzo, los movimientos sociales y otras entidades políticas.