«El Gobierno debe escuchar. Este año ya se movilizaron más de 500 mil trabajadores. Las expectativas volcadas a la sociedad no se cumplieron. Es preciso reducir la tensión social», dijo Juan Carlos Schmid en rueda de prensa.
Los trabajadores se concentrarán desde las 14 en Belgrano y Entre Ríos, y en 9 de Julio y Avenida de Mayo, para marchar hacia el Congreso, donde se realizará el acto a partir de las 16.
Schmid, uno de los integrantes del triunvirato obrero, aseguró en rueda de prensa, en la sede sindical de Azopardo al 800, que los gremios confederados y los movimientos sociales -además de la CFT que conduce el bancario Sergio Palazzo- exigirán «la pronta y definitiva aprobación de la norma».
La CGT ratificó que la marcha será «un nuevo llamado de atención para el Gobierno nacional, porque un tercio de pobres en el país no beneficia ni a los ricos ni a esos pobres».
En la marcha participarán la CGT, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), el Movimiento Evita y Barrios de Pie, además de la Confederación General Económica (Cgera), la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (Feciba) y la Asociación Bancaria (AB), que encabeza la Corriente Federal de Trabajadores, cuyas columnas se concentrarán a las 14.30 en Reconquista y Sarmiento.
Los tres partidos que integran el Frente de Izquierda no participarán en la marcha porque sería «lavarle la cara» a «una burocracia» que «pactó para no hacer un paro nacional» y a otros sectores «que siguen detrás de la agenda del Papa Francisco», en clara referencia a los trabajadores de la economía popular.
La CTA Autónoma que lidera Pablo Micheli, aseguró ayer en un comunicado que los dirigentes de esa central acompañarán a los movimientos sociales para denunciar otra vez «el ajuste y la precarización».
«Ante el panorama de creciente pobreza, desempleo y pérdida del poder adquisitivo que afecta a todos los trabajadores, aunque más duramente a quienes cumplen tareas en la informalidad y en la economía popular, la CTA Autónoma y las organizaciones sociales y sindicales reclamarán al Gobierno nacional y a las provincias la inmediata declaración de la Emergencia Social y Laboral», afirmó.
También los gremialistas del sector exigirán «la reapertura de paritarias, que los salarios mínimos y los planes sociales sean equivalentes a los ingresos necesarios para vivir y un aumento de emergencia para los jubilados», indicó el documento de prensa.
La adhesión de Micheli pareció ser simbólica, ya que el «acompañamiento» será de dirigentes y no de columnas de manifestantes, en tanto la CTA que conduce el docente Hugo Yasky no se expresó hasta el momento si se sumará o no a la protesta.
Por su parte, los referentes de las principales organizaciones sociales ratificaron que debe haber «una agenda para los humildes, porque hay dos o tres líneas de pobreza en el país».
«Este año fue muy malo. Es preciso ofrecer una señal desde la calle al Gobierno y al Congreso Nacional», puntualizaron.