La Asociación Sindical Única de Recicladores Argentinos (ASURA), encabezada por Fabián Famarín, es la primera organización gremial de recicladores que entra en la central. La novedad radica en que se trata de una actividad que nace en la informalidad y se busca darle formato para evitar la precariedad laboral: «La idea es cambiar esta historia que hace muchos años el reciclador no tiene un recibo de sueldo», afirmó Famarín.
El secretario general del sindicato de recicladores Fabián Famarín presentó a Asura como una organización que nace en 2019 con la mira puesta en combatir la informalidad del sector: «En el tiempo de la pandemia nos ayudó el Ministerio de Trabajo y así salió porque hemos entregado la documentación en tiempo y forma. Nos hemos preocupado, todo lo que nos pidió el Ministerio lo cumplimos. La idea es cambiar esta historia que hace muchos años el reciclador no tiene un recibo de sueldo», aseguró al portal Desalambrar.
Los famosos «cartoneros» forman una parte esencial de la cadena de reciclaje de residuos, tarea nodal en los grandes centros urbanos ahogados en basura que no logramos gestionar apropiadamente.
La actividad es esforzada y se suele abordar como un último recurso pero es mucho más dura sin un marco regulatorio. «Hay mucha gente que está perdiendo su trabajo y con su camionetita está juntando cartones, aluminio, lo estoy viendo. El reciclador padre o la familia tiene que juntar el cartón o lo que están juntando y está la criatura dentro del carrito», describió Famarín y agregó: «Empezamos a trabajar para poder cambiar la historia de ese reciclador tanto el urbano como el que está trabajando en empresas privadas. Hay que empezar a encuadrar todo.«
El sector tiene otras experiencias organizativas desde el lado de los movimientos sociales. La diferencia radica en la formalidad y que se obtiene la categoría de organización gremial, con todos sus requerimientos, al punto que está contenida dentro de la central obrera más importante del país.
ASURA es un sindicato con 53 distritos en 20 provincias que contiene a los trabajadores que buscan el residuo reciclable y lo llevan por sus propios medios a un depósito o planta para que esa materia prima se transforme.
El dirigente apuntó a la necesidad de generar consciencia en ese sentido: «habría que lograr con educación, dar clases de residuos en la escuela, en materia de reciclado, en primaria y en secundaria que ya lo estoy logrando.», afirmó y detalló: «Por ejemplo, con la basura que nosotros enterramos y la gente de otros países vienen y la compran, podemos armar ladrillos, se puede utilizar gas, se puede hacer luz, con los neumáticos en vez de prender fuego las autopistas, se pueden utilizar para hacer baldosas.»
«Hay mucho trabajo para hacer.», concluyó.