La construcción dejó de ser el motor del empleo en la era Cambiemos. Eso se da debido al recorte presupuestario de $30.000 millones en la obra pública para este semestre, que ya derrama también en el sector privado.
Empresarios de la construcción le aseguraron a BAE Negocios que se perdieron -como mínimo- otros 5.000 puestos de trabajo en octubre, lo que arroja un acumulado de 30.000 empleos aproximados desde junio.
Claro, que como ocurre en una actividad con altas tasas de empleo informa, no en todos los casos se trata de trabajadores registrados.
La caída del empleo se da en la obra pública, donde a pesar del discurso oficial sobre la normalidad en los planes, existen recortes y retrasos en los plazos de ejecución. Como adelantó este medio, las transferencias de la Nación a los distritos pasaron de un tiempo promedio de 60 días a 120 días.
«Las provincias y las empresas ya no cobran a 60 días sino a 120 días en todo el país. Es impensado que la actividad vuelva a impulsarse por lo que veremos un empeoramiento, y hay una mínima esperanza puesta en el comienzo del 2019», expresaron las fuentes consultadas al matutino eonómico.
Otro elemento que conspira contra la recuperación del sector es el constante aumento del precio de los materiales para la construcción, que en octubre último se incrementaron un 5% en promedio, según fuentes de la Cámara de la Construcción.