La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) de la CGT, que entre otros integran el bancario Sergio Palazzo y el gráfico Héctor Amichetti, repudió «la persecución política, mediática y judicial» contra la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y aseguró que «las amenazas, la ofensiva periodística y los intentos oficiales para desplazarla representan una embestida brutal derechista para restringir las libertades y los derechos de la ciudadanía».
Un documento de la CFT -que integran los gremios de pilotos de líneas aéreas, lecheros, molineros, televisión, judiciales, curtidores y farmacia, entre una treintena de organizaciones-, señaló su «indignación» ante «esos hechos», pero subrayó que «no asombra que un gobierno capaz de designar por decreto a dos ministros de la Suprema Corte de Justicia recurra a cualquier medio para deshacerse de una funcionaria decente, independiente y proba para transformar el Ministerio Público Fiscal en una entidad sumisa y dependiente».
«Se trata de imponer un proyecto neoliberal injusto, violento y perverso, cuya aplicación a ultranza requiere cómplices en todo el Poder Judicial. Como se ataca a la Procuradora, también ocurre ello con el fuero laboral y, la embestida, continuará contra todos aquellos que imparten justicia y se ajustan a derecho», aseguró.
El espacio gremial advirtió además a la sociedad que «el ataque a Gils Carbó es un flagrante atentado contra la convivencia democrática y socava los cimientos de la propia República», concluyó el documento gremial.