El documento comienza planteando la difícil situación económica del año entrante, y plantea que “con despidos no hay diálogo”. Para la corriente sindical, que surgió en agosto de 2016 con la confluencia de la Corriente Político Sindical Federal, el Núcleo del MTA, la Asociación Bancaria, entre organizaciones gremiales, los “despidos demuestran que no hubo ni habrá diálogo real con esta política económica. El denominado «Diálogo por la producción y el trabajo» ha resultado una pantomima”.
Destacan además la complicación internacional que “encarece la colocación de deuda para sostener esta política inviable”. Se habilitan así, según el documento, los golpes de mercado.
También denunciaron que el gobierno “busca un modelo dependiente”, y que “reprime y planifica una escalada violenta e ilegal contra la protesta social”. El resultado será “una situación de mayor destrucción del entramado productivo y una ingente acumulación de deuda que será muy difícil de revertir”.
Ante semejante diagnóstico, sostienen que “urge un plan de acción” dirigido por la CGT y con la participación de todas las organizaciones sindicales “que unifique los reclamos y las luchas que los distintos sectores del movimiento obrero argentino están llevando adelante en todo el territorio nacional”.
Además, puntualizaron que “atento a las elecciones del presente año, hay que trabajar con seriedad y dinamismo, deponer mezquinos intereses partidarios o personales, para constituir un frente Nacional y Popular”. A este respecto, remarcan que no aceptarán “que el Movimiento Sindical sea excluido a la hora de las grandes decisiones nacionales”.
Finalmente subrayan que “no hay opción, o cambia la política económica o la Argentina quiebra”. Y repasan algunos puntos del Programa de la propia Corriente Federal de Trabajadores, que incluye, la reactivación del mercado interno, prohibir despidos por un año, declarando la emergencia social, suspender determinadas importaciones para proteger la producción local, revisar la formación de precios, proteger la legislación laboral y la intervención del Banco Central por parte del Congreso Nacional para suspender la desregulación financiera.