En una conferencia de prensa ofrecida en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB), los dirigentes de ese espacio sindical -que también integran gráficos, televisión, lecheros, molineros, pilotos y docentes privados, entre otros gremios- reclamaron al binomio cegetista «la urgente convocatoria al Confederal para evaluar la situación y definir un plan de acción unificado».
En una carta dirigida al consejo directivo de la CGT, los dirigentes reclamaron «una práctica democrática para formular en conjunto las preocupaciones y propuestas», y rechazaron la ausencia de una nueva convocatoria a la Corriente luego del plenario de secretarios generales que decidió el paro nacional del 25 de septiembre último.
Eduardo Berrozpe (bancarios), Héctor Amichetti (gráficos), Walter Correa (curtidores), Carlos Minucci (personal superior de la energía eléctrica) y Fabián Felman (docentes), entre otros, repudiaron «la cadena imparable de despidos, el derrumbe económico y los cierres y achicamientos de industrias, comercios y firmas de servicios», y ratificaron que «el diálogo entre la CGT y el Gobierno en diciembre último fue un nuevo fracaso».
«La expectativa de cobro del bono de 5 mil pesos en diciembre último fue solo una ilusión para gran parte de los trabajadores y un sueño inalcanzable para los jubilados. El aumento incontrolable de precios deteriora el poder adquisitivo de los salarios, cuyas escalas convenidas en paritarias ya fueron superadas por la inflación», señaló el texto.
La misiva enviada a la CGT condenó además «los tarifazos y el ajuste aplicado por orden del Fondo Monetario Internacional (FMI), que golpea a los sectores desde la educación a la salud», y denunció «el deliberado desfinanciamiento de las obras sociales sindicales y del sistema solidario de salud» y «el congelamiento de los haberes de los jubilados».
Además, Berrozpe y Amichetti rechazaron «la política aerocomercial oficial de cielos abiertos y la situación de Aerolíneas Argentinas; la precarización industrial; la realidad de las pequeñas y medianas empresas y de los medios de comunicación y la deliberada destrucción del Banco de la Nación Argentina (BNA) a partir de la determinación oficial de transferir al Tesoro otros 40 mil millones de pesos, que provocará graves consecuencias».
«La CGT son todos los trabajadores y no un puñado de dirigentes. La Corriente no pretende polemizar sino que la central esté a la cabeza consensuada de la lucha contra la fracasada política económica», concluyó Berrozpe.