Los gremios que integran la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que lidera el dirigente bancario Sergio Palazzo convocó a «llamar a las cosas por su nombre» y afirmó que lo que «el presidente Mauricio Macri definió a nivel laboral, previsional y tributario como ‘reforma permanente’ es un ajuste permanente», por lo que reclamó determinar «un límite a las consultas con el gobierno para antes de fin de mes y reanudar el Comité Central Confederal (CCC) de la CGT».
Para las organizaciones, ese debate en el Confederal debe definir reclamos, ratificar la vigencia de los derechos laborales y previsionales, proteger la producción nacional y el trabajo e impulsar un plan de lucha que «nunca debió ser postergado», puntualizaron.
La CFT adelantó que continuará las consultas con todos los sectores sindicales, de la economía popular, de la pequeña y mediana empresa, los bloques parlamentarios y otros espacios locales y mundiales para garantizar «la oposición al ajuste», y convocó para el día 20 -fecha de la gesta de Obligado- a un Encuentro de la Militancia por la Soberanía.
Una declaración de las organizaciones de la Corriente aseveró que a días de esos anuncios «no están claras las medidas propuestas pero sí su sentido, que es de ajuste permanente sobre los trabajadores, los jubilados y los pobres y a favor de los muy ricos y de los grandes empresarios y especuladores como requisito para sostener un modelo económico que no se sostiene por sí mismo y exige elevado endeudamiento».
«El país está encadenado al arbitrio del capital financiero transnacional. Ya se sumaron más de 100.000 millones de dólares de deuda pública para financiar un déficit fiscal superior al 5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y un déficit comercial de 5.200 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. El primero fue potenciado con una política deliberada de caída del consumo interno, de fomento a la especulación financiera y de reducción de impuestos a los ricos. El segundo fue exacerbado con la apertura de las importaciones y los pagos de intereses por la deuda», afirmó.
La Corriente Federal añadió que «la reforma tributaria que se propone profundizar comenzó con las quitas o rebajas de retenciones a la minería, los granos y la soja junto con el blanqueo de capitales y la baja de impuestos a los bienes personales, lo que benefició a los grandes evasores», en tanto realzó que la reforma laboral precarizará el trabajo y ya comenzó con las pasantías, los cambios de las condiciones de empleo y el ‘perfeccionamiento’ de contrataciones fraudulentas bajo la figura del monotributo.
«El blanqueo laboral procura resolver la situación de muchos empresarios criminales y la negación de derechos a sus víctimas. Se pretende reducir indemnizaciones y eliminar el acceso a la justicia a los trabajadores; sujetar su disponibilidad al capricho del empleador; atropellar la regulación de la jornada laboral y que los acuerdos de empresa prevalezcan sobre las convenciones colectivas por actividad», puntualizó el espacio gremial.