Sergio Palazzo agradeció a Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló por haber dado «un paso al costado» para permitir la realización del Congreso y por «sus esfuerzos», más allá de «las diferencias sobre el armado» de la nueva conducción del movimiento sindical.
El dirigente gremial calificó de «histórica» la jornada, señaló que el objetivo de los congresales fue retomar «un rumbo que se había perdido hace tiempo» y expresó que cien sindicatos «no participaron y debieron haberlo hecho para dar el debate».
«Este es el lugar donde los trabajadores tienen que expresar sus acuerdos y diferencias. A esta unidad le hace falta más de cien sindicatos ausentes. Ello implica que no hay organizaciones chicas ni grandes sino movimiento obrero. Todas deben ser respetadas. Se requieren determinadas políticas», puntualizó Palazzo.
En su discurso, explicó que hubiera sido necesario debatir qué hacer como movimiento obrero con más de la mitad de «los trabajadores de la economía informal y desempleados, que son monotributistas y no están representados, y también con los movimientos sociales que sí lo hacen», puntualizó.
Palazzo registró que hay más de dos millones de monotributistas, un millón y medio de monotributistas sociales, dos millones de desocupados y un tercio de trabajadores en negro, por lo que «la la mitad de los trabajadores no fue representada en el Congreso».
«La Corriente Federal es un agrupamiento interno que, desde la honestidad intelectual y no obstante las diferencias, sostiene que la mesa de unidad es demasiado chica para una unidad tan grande. Por ello debió incorporarse otras secretarías generales para contener a todos los espacios. Aunque su posición era contraria, estaba dispuesta a respetar la decisión política del Congreso en aras de la unidad, siempre que se abriesen más espacios para contener a la totalidad de los sectores obreros», argumentó.
El dirigente indicó que finalmente «no hubo acuerdo y, la CFT, no aceptó los cargos ofrecidos, aunque no abandonará la central obrera», puntualizó el líder de los bancarios.
Palazzo aseguró que la Corriente «no pensó jamás en hacer el juego de la impugnación del Congreso -que realizó el dirigente rural Gerónimo Venegas- para que el macrismo se regodease», y subrayó la necesidad de que la nueva conducción cegetista adopte «las posturas del plenario de secretarios generales del 5 de agosto y del documento sindical del 29 de abril último», añadió.
«Mientras los dirigentes discuten, el gobierno generó más desempleo, una inflación de más del 40 por ciento, más concentración de la economía. El movimiento obrero continúa debatiendo cuánto tiempo se le otorgará en lugar de discutir un paro nacional de 24 horas que no puede pasar de septiembre», dijo.
Palazzo propuso también la elaboración de un programa; destacó «la lucha histórica de los trabajadores camioneros, de la construcción y metalúrgicos» y ratificó que el gobierno «no debe tener un minuto más de tiempo, porque cada minuto que se pierde significa un trabajador en la calle, un salario menos y más problemas».
«No puede regalarse la agenda de los argentinos a los Aranguren, los Macri o los Prat Gay. Esa agenda debe ser marcada por los trabajadores», concluyó el bancario y referente de la Corriente.