El máximo tribunal del país consideró «arbitraria» la sentencia dictada por la Sala III de la Cámara que, ante la demanda promovida por J.I.R., condenó a Personal Collect S.A. y La Caja Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A. a pagar 2.521.080 pesos, más intereses a calcular desde 2010.
J.I.R. inició el reclamo porque la presión a la que dijo estar sometido en su empleo para cumplir sus objetivos de cobranzas «a un ritmo agotador» en un clima laboral «hostil», le provocó ansiedad, depresión y una crisis de angustia que, según los peritos médicos que lo examinaron, disminuyeron su capacidad laboral en un 20%.
La Corte destacó que el tribunal laboral elevó 24 veces el monto pretendido en la demanda, para lo cual invocó una norma del Código Civil y Comercial de la Nación que «permite atenuar la indemnización, si fuera equitativo».
«El correcto uso de esa facultad jamás podía haber conducido a (la Sala III de la Cámara Nacional del Trabajo) a reconocer un resarcimiento tan elevado y desproporcionado en relación a lo reclamado», evaluaron el presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz y los ministros Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Loerenzetti y Horacio Rosatti.
Agregaron que se fijó el daño en 2.521.080 pesos, con aplicación de intereses desde «la primera manifestación invalidante», el 1 de octubre de 2010, «hasta el efectivo pago», lo que eleva varias veces ese importe, aunque el fallo marcó que la indemnización respondía a «cálculos actuales».
Analizaron, también, «informes obrantes en la causa» sobre la salud de J.I.R. de los que surge que «los signos clínicos que manifestaba en un principio, han disminuido e incluso desaparecido», y que a mediados de 2011 comenzó a trabajar como empleado en un estudio de abogados.
«El fallo apelado resulta descalificable como acto jurisdiccional válido» por su «arbitrariedad», ya que «se sustenta en argumentos aparentes e ineficaces para sostener la solución adoptada», concluyó la Corte Suprema.