Según fuentes judiciales, se trata del caso de Darío Gabriel Zapata, quien había sido despedido de Coca Cola FEMSA, y el trabajador argumentó que su desvinculación obedeció a “razones sindicales y políticas”.
Zapata promovió la demanda por nulidad del despido y solicitó que, para evitar un mal irreparable, se dispusiera su reincorporación provisoria.
La medida cautelar, rechazada en primera instancia, fue otorgada por la Sala IV de la Cámara Nacional del Trabajo.
Las camaristas Beatriz Fontana y Silvia Pinto Varela ordenaron la “reinstalación cautelar” de Zapata en su puesto de trabajo “hasta tanto se dicte sentencia definitiva”.
En el juicio se deberá determinar si Zapata fue despedido por su labor sindical y política, lo que constituiría un acto discriminatorio.
Las camaristas indicaron entonces que la medida cautelar podría quedar sin efecto si los elementos que las partes aporten a la causa tornan inverosímil la pretensión del trabajador.
El fallo de la Corte que dejó firme la “reinstalación cautelar” de Zapata “en las mismas condiciones en las que se venía desarrollando” la relación, fue firmado por la vicepresidente del máximo tribunal, Elena Highton, y los ministros Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.