Mendoza se ha convertido en la primera provincia en contar con un cuerpo de peritos médicos, convocado por concurso de antecedentes, para que intervengan en juicios por accidentes o enfermedades laborales. Es de acuerdo con un fallo de la Suprema Corte provincial..
«La medida implica un importante paso adelante en la calidad de la tarea pericial, lo que significa también una mejor administración de la justicia», señaló en un comunicado la Unión Argentina de ART (UART). La decisión está en línea con un viejo reclamo empresario.
El fallo implica que en la provincia cuyana, cuando se produzca un juicio laboral por enfermedad o accidente de trabajo los jueces van a tener que atenerse a las cotizaciones que fijen los peritos establecidos por la ley y no por profesionales propios que fijaban sus honorarios en función del monto de la sentencia.
Desde el punto de vista de las empresas que tenían que pagar las sentencias implicaba un incremento de los costos, un riesgo que hasta resulta complicado a las aseguradoras de cubrir.
La UART sostuvo que las ventajas que ofrece contar con un cuerpo médico forense son evidentes: En ese ítem, señalan «la jerarquización de la labor pericial mediante el profesionalismo de sus integrantes elegidos por concurso de antecedentes y no por simple anotación en un listado, recibiendo luego causas por sorteo.
También se incluye entre las ventajas «La equidad en el tratamiento de los trabajadores, a misma dolencia, misma evaluación a la hora de peritar las incapacidades derivadas de un accidente laboral tomando como vara objetiva el Baremo de ley (Tabla de Valoración de Incapacidades), asegurando a todos igual trato», y «la remuneración desacoplada de la sentencia y establecida en función del acto médico».
«Estos criterios cumplen lo exigido por la Ley y contribuyen a preservar el Sistema de Riesgos de Trabajo que, en sus 27 años de existencia, ha apostado a la mejora continua, al punto de convertirse en un aspiracional para los trabajadores que no disponen de una cobertura que garantice una reparación inmediata, integral, automática y de calidad frente a un siniestro laboral», indicó la entidad.
La UART sostiene que «sin embargo, este sistema se sigue encontrando amenazado por una litigiosidad creciente anclada en un hecho paradojal».
«Es que conforme decrece la accidentabilidad y el índice de fallecimientos (-78% y 16.500 vidas salvadas) en el entorno laboral, fruto del compromiso con las actividades de prevención de todos sus actores, la litigiosidad ha venido aumentando, alentada por honorarios periciales acoplados al monto de la sentencia» señala la cámara empresaria.