La CTA de los Trabajadores calificó de «boicot» la oferta del sector empresario en el Consejo del Salario: «Quedará demostrado que hay un acuerdo para perpetuar el hambre»

La CTA, central de trabajadores que lidera Hugo Yasky, aseguró que «con la complicidad del poder ejecutivo, que funciona como una escribanía de las grandes corporaciones empresariales, la patronal volvió a boicotear la reunión del Consejo del Salario». La negociación era para actualizar el monto del salario mínimo, actualmente muy por debajo de la línea de indigencia según datos oficiales. Ahora queda en manos del Gobierno definir el aumento.

El secretario general de la CTA de los trabajadores Hugo Yasky y el secretario de prensa Enrique Rositto, consideraron que fue «la representación de Techint en el Consejo del Salario, ya sea a través de la Secretaría de Trabajo o de la mayoría de los paritarios patronales» la que» llevó al fracaso el encuentro para fijar un salario mínimo vital y móvil acorde a las necesidades de la canasta alimentaria». Aseguran que este mismo mecanismo utilizaron ya en las reuniones de febrero y abril.

«Esta actitud de boicot, a la que el gobierno de Milei se somete dócilmente, ha provocado que Argentina tenga el sueldo mínimo legal más bajo de su historia. Hoy ese haber alcanza apenas para cubrir la mitad de una cantidad de subsistencia, lo que explica en gran medida que cada vez haya más asalariados registrados por debajo de la línea de pobreza», afirmaron en el comunicado.

Y señalaron que con el valor actual pasamos a ser parte de los tres países con el salario mínimo más bajo de América Latina. «Esta insensibilidad empresarial y de las autoridades de gobierno explica los 18 puntos de indigencia y el crecimiento del desempleo que se acerca a los dos dígitos. Por eso repudiamos la burla del sector empresario que propuso la vergonzosa cifra de 264.500 pesos a cobrar en el mes de noviembre».

Remarcaron asimismo que tanto la CGT como las dos CTA plantearon la necesidad de que el Consejo del Salario se lleve a cabo de manera presencial y no virtual, como se instaló durante la pandemia de la cual ya han pasado tres años.

«Si, ante esta situación, el laudo del gobierno nacional vuelve a deteriorar el poder adquisitivo del SMVM, quedará demostrado que hay un acuerdo para perpetuar el hambre».