La central opositora conducida por Pablo Micheli decidió volver a las calles. Lo hace, al menos por ahora, en solitario, tras la tácita decisión de Hugo Moyano de no dar caer en el mote de agitador, tras sus polémicas declaraciones sobre un “estallido” hacia fin de año.
En un comunicado de prensa, la central expresó, aunque sin nombres propios, el deseo de sumar las lides del camionero. Afirmaron: «La necesidad de volver a salir a la calle, nos pone en el desafío de seguir construyendo unidad de acción con otros sectores que, al igual que nosotros, ven que su salario se degrada con la inflación y con el injusto cobro del impuesto a las ganancias que cada vez perjudica a más trabajadores».
Efectivamente, la CTA que conduce el estatal Pablo Micheli reclama la excepción del impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo de fin de año, además de exigir un bono de fin de año de cuatro mil pesos para todos los trabajadores; salario mínimo, vital y móvil de nueve mil pesos y aumento de emergencia para los jubilados.
Desde la CGT de Moyano ya se habían sumado al pedido del bono hecho por Micheli. Resta ver si en las próximas horas deciden sumarse a la medida de fuerza, lo mismo que en la CGT de Luis Barrionuevo.
La movilización a la Plaza de Mayo se llevará a cabo a las 16, en el marco de una «jornada de lucha con movilizaciones en distintos puntos del país».
La medida de Micheli se hará en conjunto con la multisectorial de organizaciones sociales, políticas y estudiántiles y no logró el objetivo de arrastrar al arco del sindicalismo opositor para recrear una medida de fuerza similar a las del 28 de agosto pasado.
Se espera que en la movilización del jueves el moyanismo esté presente a través de Pablo Moyano y una columna de camioneros, que mostrarán un gesto de buena voluntad para mantener las puertas abiertas a la unidad de acción a pesar de no haberse sumado a la medida de fuerza.