«El 29 vamos a realizar una jornada que hemos llamado el ‘frazadazo’ en todas las plazas del país» informó Micheli en declaraciones a radio La Red, y explicó que en la ciudad de Buenos Aires la convocatoria será a las 18 en la intersección de las avenidas Corrientes y Callao para marchar hacia el Obelisco «con una frazada y una vela» en rechazo a los aumentos de las tarifas de los servicios públicos.
Por otra parte, el dirigente sindical señaló que continúa conversando «con las otras centrales» obreras «un paro nacional ante la falta de respuesta» de un gobierno que «no está siendo bueno» y cuya «perspectiva para adelante tampoco es buena».
«Hay que convocar al diálogo que había prometido en la campaña y no cumplió», dijo Micheli en referencia al presidente Mauricio Macri y propuso «juntar a los empresarios, sindicatos, los políticos y la iglesia para ver cómo resolvemos la pobreza entre todos» porque además «la sangría de despidos no se ha detenido».
El sindicalista criticó que a pesar del acuerdo oficial con empresarios para no reducir sus plantillas por 90 días, los despidos se mantuvieron porque «va más allá de la voluntad de cualquiera, la crisis económica es preocupante, la única perspectiva que hay es poner la plata en el banco», y lamentó que desde el movimiento obrero se generan «propuestas y luego son vetadas», en alusión a la ley antidespidos.
Consultado por las diferencias internas surgidas en su organización por su acercamiento a la otra CTA, que conduce Hugo Yasky, Micheli admitió «algunos inconvenientes con un grupo liderado por el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado que está preocupado más por la interna que por defender a los trabajadores despedidos».
«Yo no me casé con Yasky, también me mataron cuando hicimos las medidas de fuerza con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, me uno con Yasky porque la unión favorece el reclamo», finalizó.