La central que conduce Hugo Yasky, la CTA de los Trabajadores, rechazó el paquete de leyes que envió el Gobierno para su tratamiento en el Congreso, tanto la llamada Bases como el paquete fiscal. Calificaron las modificaciones como regresivas que de aprobarse por el Congreso, se darían además en un marco de ajuste extremo: «Es una reforma que, en lugar de llevar las relaciones laborales al siglo XXI, pretende hundirlas en el siglo XIX».
La CTA que encabeza Hugo Yasky se expresó contra el impulso legislativo de La Libertad Avanza en Diputados, donde ya obtuvo dictamen para el tratamiento de la llamada Ley de Bases previsto para la semana que viene.
A pocos días de una de las movilizaciones más grandes de la historia argentina en defensa de la educación pública, la central resaltó que «los mismos diputados que se negaron a tratar el aumento del presupuesto universitario, el Fondo de Incentivo Docente y la movilidad jubilatoria se aprestan a darle un cheque en blanco a un gobierno decidido a seguir ajustando a los sectores populares para cumplir con el mandato de las grandes corporaciones empresarias».
Cediendo poco y nada del camino trazado por la primera versión de la ley, la central le reclamó a «todos bloques opositores a no ser cómplices de un nuevo ataque de Milei a los derechos conquistados en materia laboral, previsional, tributaria y de soberanía nacional».
La CTA además argumentó que los cambios en material de legislación laboral «representan una violación al Artículo 14 bis de la Constitución Nacional y a los tratados internacionales suscritos con la OIT».
«En efecto, se eliminan las sanciones para los que no respetan la registración laboral y para los que se apropian de los aportes realizados por los trabajadores. Se favorecen los despidos arbitrarios con la introducción, mediante Convenio, de la posibilidad de que el trabajador financie su propia indemnización. Se copian aspectos de la reforma de Bolsonaro en Brasil, tal como la introducción de la figura de “colaboradores” para encubrir la relación de dependencia y burlar los derechos laborales. Se establece la validez de los despidos discriminatorios y se amplía el período de prueba. Se limita el derecho de huelga abriendo la posibilidad de considerarla una causal de despido», resumió.
«En suma, es una reforma que, en lugar de llevar las relaciones laborales al siglo XXI, pretende hundirlas en el siglo XIX», remató la CTA.
Párrafo aparte le dedicaron al paquete fiscal, «que bien podría titularse de “injusticia tributaria”. A tal punto que, mientras reduce el impuesto a los bienes personales, vuelve a instalar el mal llamado impuesto a las ganancias para trabajadores y aumenta el de los monotributistas».
«También expresamos el absoluto rechazo a la eliminación de la moratoria previsional para jubiladas y jubilados al tiempo que se habilitan moratorias para favorecer a los más ricos, como en el caso del blanqueo de capitales», se comparó.
«Al respecto, vemos con preocupación que, no sólo se generan condiciones para incentivar la especulación financiera, sino que además se abre la puerta a la posibilidad de que la Argentina se convierta en un paraíso para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y otras actividades ilegales», advirtieron y reclamaron a los legisladores que no profundicen la injusticia y la desigualdad.