Bajo el título de “Reforma Tributaria Integral: quienes más tienen, que más paguen”, la Mesa Nacional y los secretarios generales de sindicatos de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), convocan a una Jornada Nacional de Protesta para el lunes 4 de agosto. Marcharán al Congreso Nacional y habrá actos en las provincias.
Lo hace inmediatamente a continuación de la reunión de la CGT del metalúrgico Antonio Caló en que anunciaron una audiencia con el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pero descartaron –por el momento– una movilización. Si sumamos las movidas más agresivas de las centrales sindicales opositoras de Barrionuevo, Moyano y Micheli, el resultado es una congruencia en el mismo reclamo, aunque con formas distintas.
El reclamo puntual de la CTA, de todas formas, no llega a pedir la supresión del impuesto en cuanto tal, sino “la modificación de las escalas”. En segundo lugar, al igual que la CGT, demandan el no descuento del aguinaldo de lo que corresponde al pago del impuesto. Pero más en general, piden por una una reforma tributaria integral que apunte a “una distribución más justa de la riqueza en la Argentina”, donde “paguen más los que más tienen”.
Denuncian una vez más “el ataque de los capitales financieros especulativos de la peor calaña que son los fondos buitres”, pero con contundencia separan la paja del trigo: “esto no debe postergar soluciones que están al alcance de la mano. Hace falta voluntad política para resolver temas que son factibles de ser resueltos”.
Entre otros puntos, solicitan la equiparación de las asignaciones familiares en todo el país, piden por los jubilados y avanzar en la Ley de Medicamentos. Pero se detienen en particular en la situación de los puestos de trabajo. “Hay luces de alarma que se encendieron”, advierten, por lo cual sugieren convocar un Consejo del Salario que defina un nuevo valor del salario mínimo vital y móvil y cumpla “el seguimiento de la evolución de eventuales despidos y suspensiones en los lugares afectados en este momento por la merma de producción”.
Advierten el peligro de que un aumento en el desempleo permita mantener los salarios a raya. “El empleo y la ocupación son condición absolutamente necesaria para sostener el nivel de los salarios”.