La CTA de Yasky, rumbo a ser una Confederación

Antes de concretar lo que entienden como el gran Congreso nacional de refundación, que seguramente se haga el 1 de mayo en el Luna Park, la Central de Yasky pretende avanzar con Congresos provinciales para madurar el cambio.

La CTA pasaría, entonces, a ser una Confederación, compuesta de federaciones, es decir, entidades gremiales de segundo grado. De avanzar la idea los sindicatos ya no necesitarían afiliarse directamente a la Central, sino sólo a la federación que les corresponda. El objetivo es ganar flexibilidad y poner menos barreras para sumar sindicatos.

Estos cambios son propuestos por la Central de Yasky para reposicionarse en la pelea por la hegemonía sindical y, al mismo tiempo, prepararse para un post 2015 con un gobierno menos amigable.

Por otro lado, el nuevo formato excluye la posibilidad de sumar movimientos sociales, que de todas formas se encuentran en baja y dejaron de representar un capital político relevante como sí lo fueron durante los años finales del menemismo.

Con este cambio, el plan de Yasky es afrontar las elecciones de la Central, en las que irá por un nuevo mandato como Secretario General.

Dentro de la CTA actualmente existen algunas pocas federaciones, como la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA), conducida por el Secretario Adjunto, Pedro Wasiejko; o la histórica CTERA: la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que afilia sindicatos docentes de todas las jurisdicciones educativas del país.

Pero el plan es armar otras nuevas, como la de Transporte, posiblemente conducida por el líder de los Metrodelegados del subte, el muy activo Roberto “Beto” Pianelli.

“Hasta ahora, un delegado de UPCN que está en contra de la conducción de Andrés Rodríguez sabe que no le va a ganar nunca. Pero la afiliación directa a la federación apuntala la democracia sindical y lo vuelve más posible”, explica a Infogremiales Pablo Reyner, secretario de Derechos Humanos de la CTA.

Si funciona el plan ceteista, sería una forma de romper con la hegemonía a nivel de cada sindicato.

El yaskismo además pretende modificar la ley de asociaciones sindicales, para lo cual ya cuentan con proyectos de ley en los que están trabajando los diputados Héctor Recalde y Carlos Heller. Aunque la CTA apunta a que también se cumplan aspectos de la ley ya existentes, como el facilitar el armado de listas alternativas en los sindicatos.

Entre las principales preocupaciones de la Central aparece, por ejemplo, el pedido de que los padrones sean regidos directamente por el Estado, para evitar manipulaciones de las conducciones, y que los presidentes de mesa sean civiles no afiliados, con el objetivo de transparentar las elecciones.