El gremialismo ya viene afilando sus cubiertos para asistir a la mesa de negociaciones con los empresarios que propondrá la administración de Mauricio Macri. Todo indica que la convocatoria será a mediados de enero con el objetivo de alcanzar un Pacto Social que disperse riesgos sobre la gobernabilidad y ayude a combatir la inflación.
El dirigente bancario y titular de la CTA Autónoma de la Capital Federal, José «Pepe» Peralta, se quejó por «la falta de soluciones» a los pedidos de los trabajadores y «la escasa o nula respuesta de los empleadores» que en 2015 «obligó a profundizar aún más la presencia en las calles».
En declaraciones a AM 950 Belgrano Peralta sostuvo: «No vamos a permitir un diálogo en el acuerdo social donde la condición sea que los trabajadores pierdan de antemano y sean los únicos que paguen la crisis».
Además la central vaticinó un 2016 que podría ser con mayor conflictividad que el 2015. Y eso sería superar un año en el que según las estimaciones de la CTA Autónoma se movilizaron más de 500.000 trabajadores.
«Pepe» añadió que los gremios buscarán «ampliar el espectro de lucha y pelea por las necesidades irresueltas de los trabajadores» y agregó que «ya desde antes de las elecciones se vislumbraba una profundización de los conflictos».
El objetivo que se propuso el Gobierno es alcanzar un Pacto Social que frene la conflictividad social y reduzca la inflación a través de un acuerdo de precios y salarios, pero los gremios quieren hablar de «recomposición» del poder adquisitivo.
El fuerte aumento de la canasta básica registrado en el último mes por las expectativas de devaluación golpeó con fuerza al poder adquisitivo de los trabajadores, y si bien en el Gobierno hablan de «recalcular» los precios, los empresarios ya anticiparon que no darán marcha atrás.