En el marco de un plenario nacional, la CTA cuestionó la toma de deuda externa, pidió instalar el delito de «Economicidio» como un crimen económico contra el pueblo y supeditó los votos de los diputados Hugo Yasky y Pablo Carro al análisis del preacuerdo con el FMI una vez que haya acceso a la información.
La CTA de los Trabajadores encabezada por Hugo Yasky tuvo un Plenario Nacional este 14 de febrero en el que se analizaron diversos temas y, en particular, la situación política actual a propósito de la deuda externa.
Allí se consideró que, «en esta situación, el poder dominante local y quienes desde el FMI pretenden erigirse en una suerte de gobierno supranacional, van a tratar de instalar como un hecho irreversible que el único camino que le queda a nuestro país es cumplir al pie de la letra con sus exigencias.»
Y adelantaron que para la central obrera «que somos luchadoras y luchadores del campo popular, resulta un imperativo torcer ese destino».
De cajón rechazaron la postura más asociada a los partidos de izquierda que iguala al peronismo con el macrismo y aseguraron que con este último «las cosas serían peor», especialmente en relación a una posible reforma laboral y previsional que varios referentes de Juntos por el Cambio persiguen. «Es la Gestapo anti-sindical por otros medios.», describieron desde la CTA.
«El principal objetivo, a partir de ahora, debe ser recuperar la movilización popular para disputar con el poder hegemónico la agenda de salida de la crisis. Esa movilización tiene ser convocada desde un amplio espacio que integre a los sectores del movimiento obrero, del pequeño y mediano empresariado nacional, del cooperativismo, de los organismos de derechos humanos, de los movimientos sociales, etcétera.»
En ese sentido, desde la CTA, plantearon introducir a través de un debate multisectorial la tipificación del delito económico contra el pueblo como «Economicidio» «El hambre y la desocupación tienen que convertirse en delito de economicidio cuando son producto de políticas que responden a la salvaguarda de intereses de minorías privilegiadas.»
También convocaron a llamar al «Nunca más al FMI” y avanzar en iniciativas tributarias progresivas en un sentido similar al Aporte Solidario a las Grandes Fortunas.
Resolvieron, entre otros puntos, promover un acto en conmemoración de los 40 años de la histórica jornada por Paz, Pan y Trabajo que el 30 de marzo de 1982 fuera llamada por la CGT conducida por el compañero Saúl Ubaldini y otro por el el 40 aniversario de la guerra en Malvinas.
En otro punto pidieron acceso a toda la información relativa a la toma de deuda externa: «Reclamar que la Comisión Bicameral que investiga la deuda externa se reactive de inmediato y produzca las conclusiones a partir de las cuales se termine con el secretismo y la ciudadanía pueda acceder a la información relacionada con la fuga de capitales, las maniobras ilegales de operadores financieros, el destino de los recursos y las complicidades de las autoridades políticas involucradas. La CTA demanda a partir de ahora la tipificación del delito de economicidio, tanto en relación a sus responsables locales como a la élite del poder económico transnacional.»
Y concluyeron con un paso a cuarto intermedio para reanudar la sesión convocando a los diputados nacionales Pablo Carro y Hugo Yasky «una vez que exista información acerca del contenido del preacuerdo con el FMI a los efectos de conocer sus informes y tomar una determinación al respecto.»