«Debiera haber mecanismos muy estrictos de comportamiento al interior de los lugares de trabajo, con sanciones ejemplares a los acosadores y violentos. La impunidad garantiza la reiteración”, advirtió Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA que encabeza Hugo Yasky, sobre la denuncia de acoso sexual de una empleada de Autopistas del Oeste.
En una entrevista de Página/12, Díaz detalló los vacíos legales que hoy persisten para prevenir y enfrentar el problema la violencia de género en los lugares de trabajo, reclamó la aprobación de una ley específica que establezca un mecanismo claro para que la víctima sea protegida y detalló los caminos que se pueden seguir actualmente para denunciar.
Desde la Secretaría de Género de la CTA de los Trabajadores están acompañando a Natalia Garrote, a quien la concesionaria Autopistas del Oeste dejó sin trabajo luego de que denunciara acoso sexual en esa empresa.
Díaz está conmovida por el daño psíquico que le produjo la situación a la joven, como ocurre en casos similares, en que se ven obligadas a soportar la violencia psicológica y sexual, por temor a perder el empleo.
Consultada sobre las herramientas de las mujeres en estos casos, Díaz sostuvo que «Son pocas». Aunque reconoció que «se dio un paso con la Ley 26.485 contra la violencia hacia las mujeres, que contempla la violencia psicológica y sexual en el ámbito laboral. Lamentablemente no contamos con una ley nacional de acoso sexual que alcance al sector privado, que ayudaría mucho».
«Tenemos sólo normativas para el sector público. Pero la ausencia de ley específica no implica que no se pueda hacer nada: están las disposiciones constitucionales y los instrumentos internacionales de derechos humanos, que son parte de nuestro orden legal interno. Además de las normas laborales, civiles y en el ámbito penal los delitos contra la integridad sexual, hay muchas herramientas para fundamentar decisiones que hagan justicia en estas situaciones», agregó.