La CTA marchó el lunes 23 de marzo por las calles de La Plata a 39 años de la última Dictadura Cívico – Militar junto a organizaciones de Derechos Humanos, políticas, sociales, gremiales y estudiantiles.
Cuando el acto central concluía un grupo escindido del colectivo convocante quemó junto con el muñeco del genocida Milani, otro que representaba la figura de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Desde la Central afirmaron que: «No podemos dejar pasar éste lamentable suceso sin reafirmar nuestro compromiso con la lucha de Madres, Abuelas, Hijos y Familiares de nuestros 30 mil compañeros Detenidos-Desaparecidos».
«Repudiamos la decisión unilateral de quienes definieron llevar adelante esa lamentable acción, olvidando el carácter colectivo de la convocatoria. Por otro lado es necesario también, además del lógico repudio a una acción solitaria y equivocada, dejar bien claro que no cesamos de reclamar y exigir la salida del genocida Milani de la Jefatura del Ejército, la mayor celeridad en los juicios de lesa humanidad y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos de ayer y de hoy, por Memoria, Verdad y Justicia y el fin de la criminalización de la protesta social»
Para concluir el comunicado que lleva la firma del Secretario General César Baliña, y el secretario de Derechos Humanos, Emiliano Hueravilo, sostuvieron que «El pañuelo blanco es símbolo permanente de lucha por el respeto de la dignidad humana y patrimonio del Pueblo argentino. No se ultraja… No Perdonamos. No nos reconciliamos. Viva la lucha de nuestros 30 mil por una Patria Justa, Libre y Soberana».