En un plenario realizado el martes pasado por las distintas organizaciones que componen la Central disidente en la Capital Federal, la CTA resolvió encarar una serie de acciones, en contra del gobierno nacional, pero también contar la administración macrista.
La CTA Capital de Micheli realizará movidas en contra de la “precarización laboral y las tercerizaciones en el estado de la Ciudad y el Estado Nacional, continuar exigiendo la reincorporación de los vigiladores despedidos del ex hospital Francés y la lucha en el ámbito de la Dirección Laboral del gobierno de la Ciudad por la reinstalación de los trabajadores y delegados despedidos”.
Es que la Central michelista no quiere perder visibilidad, en medio de una carrera sindical algo salvaje por ser el actor que conduce la protesta. Un rol para el que sobra competencia, porque la CGT de Hugo Moyano y la de Luis Barrionuevo también apuntan a ser los que monopolicen ese papel. Pero a su vez existe una novedosa competencia por “abajo”, ante el crecimiento de conflictos sindicales puntuales encabezados por activistas de la izquierda trotskista, como fue el caso del ocurrido en la autopartista española Gestamp.
La CTA disidente además pretende mostrar combatividad y fortaleza, ante la posibilidad de perder las futuras elecciones de los estatales de ATE, su principal bastión político y económico, ante el sector conducido por Hugo Yasky.
Ante ese panorama, Micheli pretende hacer punta, y la CTA Capital aprobó un “gran paro nacional” para agosto, con eje en el rechazo al impuesto a las ganancias, al que el michelismo llama “impuesto al salario”.
Sobre la posibilidad de confluir con el incombustible dúo Moyano-Barrionuevo, la CTA disidente aún no tiene definiciones. Es que la relación entre los cegetistas y la Central michelista es ambigua y cambiante.
Un mes atrás coincidieron en una marcha a la ANSeS para exigir un aumento de urgencia en los haberes jubilatorios, pero desde entonces no hubo más fotos compartidas ni otros gestos de acercamiento.
Pero Micheli no descarta en absoluto que el “gran paro nacional” sea en conjunto con los desprestigiados cegetistas. A los tres dirigentes, los une el espanto.