La energía nuclear argentina vegeta entre la motosierra libertaria, el abandono y la pérdida de soberanía

Luego de 4 meses de falta de nombramientos, el Gobierno designó nuevas autoridades en NASA, la empresa que controla las centrales nucleares. Mientras paraliza la producción del CAREM, un proyecto que le genera millones de dólares al país pero que especialmente EEUU pidió que se detenga, y hay incertidumbre sobre el futuro de Atucha I y II, la Ley Bases propone la privatización del 49%. Incertidumbre sindical.

Una parte del texto que figura en este link oficial (https://www.argentina.gob.ar/cnea/carem) del Gobierno dice: «La industria nuclear mundial promueve el uso de la tecnología de fisión por ser una de las pocas fuentes de generación de energía de base libre de dióxido de carbono, es decir, capaz de garantizar el abastecimiento eléctrico a través de volúmenes masivos de energía generados de forma permanente y sin emitir gases de efecto invernadero».

Sigue más adelante: «La industria nuclear mundial promueve el uso de la tecnología de fisión por ser una de las pocas fuentes de generación de energía de base libre de dióxido de carbono, es decir, capaz de garantizar el abastecimiento eléctrico a través de volúmenes masivos de energía generados de forma permanente y sin emitir gases de efecto invernadero».

Para cerrar: «Entre casi un centenar de diseños de SMRs que existen en la actualidad a nivel internacional, la central argentina CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) se destaca como una de las pocas que se encuentra efectivamente en construcción (en el predio de Atucha desde 1980), posicionando al país entre los principales desarrolladores y -en consecuencia- como uno de los líderes mundiales de esta clase de tecnología». Punto final.

¿Esa descripción habrá quedado olvidada de la gestión anterior? Por las fuentes consultadas todo indicaría que, por lo menos, no hay vistas a continuar con el CAREM. Para esta nota, sobre el panorama del sector nuclear, InfoGremiales conversó con personal de dos de los cuatro gremios (Luz y Fuerza Zárate y APUAYE – Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica) que centralizan la actividad sindical en las centrales nucleares de Atucha (CNA I para Atucha I) y la CNA II (CNA II para Atucha II). Los otros dos gremios son Luz y Fuerza Paraná y ATE.

La energía nuclear argentina vegeta entre la motosierra libertaria, el abandono y la pérdida de soberanía

Desde Luz y Fuerza Zárate, que depende de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FETERA), cuentan la situación del CAREM: «El financiamiento para este proyecto, que tiene casi un 90% de avance, viene de un fideicomiso que está pisado en Economía». Este abandono ya trajo sus consecuencias directas: 167 trabajadores de UOCRA afectados al CAREM fueron despedidos hace 15 días; aunque el gremio de la construcción logró reincorporar a casi la mitad de esos trabajadores, luego de cortar la ruta de acceso al predio de Atucha. Ahora, si definitivamente se cayera el proyecto quedarían 570 trabajadores sin empleo. Y por supuesto no se generarían nuevos puestos de trabajo por el desmantelamiento ya que tener el know how para construir CAREM permitiría vender esta tecnología a otros países.

Se sabe que en el gobierno de Alberto Fernández como en este de Milei que gente enviada por Estados Unidos se interesó en este tema; aunque no se sabe si en esta última visita fue para incitar a la desactivación porque el CAREM competiría con otros reactores. Eso se rumoreó.

Pero el tema nuclear no termina ahí: en septiembre tendrá lugar una parada técnica en Atucha I. De acuerdo a las fuentes consultadas «sería el momento ideal para arrancar con el ´Proyecto Extensión de Vida´ (PEV) de la CNA I. Ya en 2014, y luego de 40 años de operación, con algunas interrupciones prolongadas en 1988/89 y a fines de los noventas, se le terminó la licencia operativa a Atucha I, la cual se renovó por otros 10 años. Por eso en la jerga nucleoeléctrica a este periodo entre 2014 y 2024 se lo llama «Long Term Operation» (LTO). Durante esos 10 años y hasta 2026 se adelantaron algunas obras que sirven al PEV como fueron los 3 edificios diesels y una serie de modificaciones a los sistemas de distribución eléctrica internos de la planta.

Nuevamente, la divisoria de aguas: extenderle la vida Atucha permitiría no solo generar trabajo a tales fines, sino además mantener los puestos de trabajo vigentes. Por otro lado, cerrarla afectaría a cientos de trabajadores. «Si se llegara a cerrar, sí hay que despedir personal, pero también es necesario mantener cierta cantidad de trabajadores porque hace falta refrigerar los elementos combustibles que están en el reactor y los que están en las dos piletas», explica una de las fuentes. Y agrega: «Por ahora de parte de la Dirección nadie nos comunicó nada». En cambio, si se hiciera el PEV ingresarían 2.000 trabajadores de UOCRA por los dos años que, se estima, se prolongará el PEV.

La energía nuclear argentina vegeta entre la motosierra libertaria, el abandono y la pérdida de soberanía

El tercer punto que aún espera una resolución de parte de las autoridades es el «Almacenamiento en seco de Elementos Combustibles para Atucha II», conocido como ASECQ II; un desarrollo que se utiliza en Atucha I desde 2023. Explican desde APUAYE: «Por la mala performance de Atucha II fallaron varios elementos combustibles y tuvieron que ser sacados del reactor, llevados a las piletas de enfriamiento y aparte antes se habían transferido algunos elementos combustibles de CNA I a CNA II. Todo ello provoca que haya cierta urgencia en terminar el ASECQ II que es para CNA II».

Siguen: «Todavía hay plazas disponibles en las piletas para algunos combustibles. Es cierto que si se agotaran, tendrían que dejar enfriar los que ya están en piletas por unos cuantos años y tendrían que parar CNA II porque no podría renovar combustible ya que se saca el quemado que va a la pileta que no tendría lugar y en el reactor se pone uno nuevo.

La falta de nombramientos en el Estado, una matriz del gobierno libertario

Antes de que Javier Milei asumiera como presidente, el titular de NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina SA, empresa a cargo de la operación de las tres centrales nucleares en funcionamiento en el país, Atucha I, Atucha II y Embalse), José Luis Antúnez, presentó su renuncia junto a la del Directorio. Las nuevas autoridades de NA-SA recién asumieron en abril por lo que los puntos recolectados por InfoGremiales deben ser resueltos por el nuevo Directorio que lleva de presidente a Luis Fasanella, quien está acompañado de directores que se desempeñaron en la era de Mauricio Macri; que tuvo, al igual que Milei está teniendo ahora, una gestión desinteresada si hablamos de promover el sector energético-nuclear argentino en pos de intereses transnacionales.

Con este retraso para el avance en la toma de decisiones, desde los cuatro gremios que anidan en el sector esperan novedades que no solo den certidumbre al sector, sino que marquen el rumbo de esta política pública de vital importancia. Con un dato: en la Ley Bases figura justamente NA-SA como empresa pública privatizable en hasta un 49% como para que el Estado tenga la última palabra con su 51% accionario.