La Focra, que comanda Domingo Moreyra, explicó que el conflicto se originó en el reclamo de intervención de la entidad por parte de la mayoría de los trabajadores, quienes denunciaron a la filial provincial por «no defender sus intereses» y por «patronal».
La Focra indicó que esa conducción permitió niveles salariales por debajo de los nacionales, trabajadores no registrados, incumplimientos de leyes laborales y contratos prohibidos por las normas vigentes y que no defendió la estabilidad laboral, aseveró.
Los trabajadores ceramistas sanjuaninos exigieron entonces la participación democrática en elecciones gremiales, ante lo cual esa conducción adelantó de forma «ilegal» el proceso comicial y cercenó «el derecho de competir de otras listas y corrientes».
Los trabajadores impugnaron el acto comicial de 2016 y reclamaron «la libertad de elegir en un proceso cristalino a las autoridades sindicales de la filial número 16 de San Juan», afirmó la Focra.
Ante esas denuncias, el Ministerio de Trabajo de la Nación anuló las elecciones de renovación de autoridades, por lo que la conducción no convocó nuevamente a comicios, como se había comprometido a realizar el exdirigente Cristian Alvarado ante la Focra en el Congreso Nacional Extraordinario de Córdoba.
«Desde enero último, cuando venció el mandato gremial, el sindicato está en estado de total acefalía. Se decidió la nulidad del comicio por parte de Trabajo. Por lo mismo, la entidad nacional designó a un delegado normalizador para permitir la continuidad institucional del gremio y la convocatoria a elecciones con libertad sindical y democracia», puntualizó.
Ese delegado normalizador fue reconocido legalmente a través de una Disposición ministerial del 10 de marzo de este año e incorporado al Registro Nacional de Asociaciones Sindicales.
«La excomisión directiva procura desprestigiar y modificar el eje del justo reclamo de los trabajadores; difama con acusaciones de ‘prácticas patoteriles’ o de ‘presencia de gente extraña’, y no duda en calificar a la Focra de entidad ‘cierra fábricas'», dijo.
La organización nacional agregó que, de forma paralela, «los propietarios de ‘Cerámica San José’ también pretenden desprestigiarla para justificar suspensiones, baja salarial y permanente vulneración de derechos. Esa compañía jamás abonó el global garantizado, incumplió el convenio colectivo y la reglamentación sobre higiene y seguridad, paga de manera semanal entre 1.000 Y 1.500 pesos por trabajador y durante años no realizó inversiones para convertir a la firma en una empresa sustentable».
No obstante, aseveró que el gobierno provincial procura reactivarla a través de subsidios y un programa de compras, en tanto la Focra se comprometió a acompañar a los trabajadores en «el proceso de normalización gremial y a continuar conversando con autoridades y empresarios que garanticen los puestos de empleo».