Si bien hubo rumores de un posible arreglo con levantamiento de la medida de fuerza, finalmente, Omar Maturano, titular del Sindicato de Conductores de Trenes, confirmó ayer la huelga debido la deuda que el Estado mantiene con la obra social ferroviaria.
Ayer hubo reunión en el Ministerio de Trabajo con un representante de la Superintendencia de Servicios de Salud, a la que asistieron José Luis Lingieri (Obras Sanitarias) y Omar Maturano. Tras una hora y media de diálogo se reconoció la deuda pero no se llegó a ningún acuerdo.
A las 7 de la tarde el Consejo Directivo del sindicato de trenes llegó a la conclusión de ratificar la medida por lo que este martes 22 de diciembre desde las 0 horas no hay trenes en todo el país.
Dejan abierta la posibilidad de repetir la huelga hacia fin de año pero subiendo la apuesta a 48 horas si «la Superintendencia de Salud no se aviene a analizar la grave problemática», afirmó Maturano.
«A la obra social de La Fraternidad se le adeudan 140 millones de pesos por el sistema único de reintegros. Es dinero que ya desembolsó para atender la salud de sus afiliados y que solo se le reconocerá a valores de 2017», cuestionó el sindicalista ferroviario. ‘Estamos reclamando 220 millones que son plata de los trabajadores’, aseguró en declaraciones a Radio 10.
Maturano había señalado que de forma previa a la pandemia el pago a la obra social era de casi 14 millones de pesos, y que luego solo se le reconocieron unos 3 millones, lo que implica que «lo redujeron a un 20 por ciento, mientras hay entidades de salud a las que se le giraron 22 recaudaciones por adelantado y, otras, recibieron subsidios», expresó.
«Muchas de esas obras sociales subsidiadas se habían declarado en convocatoria de acreedores. Y también hay compañías privadas y sellos de goma de empresarios que son beneficiadas con importantes sumas de dinero, al igual que las prepagas», subrayó.