La firma pidió una audiencia en el Ministerio de Trabajo y le avisó a sus empleados que quiere aplicar un plan de suspensiones. No presentó nómina de afectados, ni balances que justifiquen la crisis. La comisión interna rechazó que sean los trabajadores quienes funcionen «como fusible o variable de ajuste ante situaciones de emergencia».
En una convocatoria del Ministerio de Trabajo de la Nación que fue sorpresiva para los trabajadores de la firma, Sullair Argentina pidió el aval para aplicar un plan de suspensiones en el marco del artículo 223 bis.
La empresa, que posee una amplitud de productos y servicios que van desde la fabricación de equipos para construcción, movimientos de suelos, iluminación y trabajo en alturas hasta servicios de generación de energía, relató la «necesidad» de aplicar un ajuste. Aunque no presentó ni nómina de suspensiones, ni condiciones concretas en las que se desarrollaría el plan.
Tampoco llevó los balances financieros que justifiquen la situación de crisis que provoque semejante determinación.
Desde la Comisión Interna sostuvieron que «el planteo nos resulta en principio inaceptable. En primer lugar porque en contextos más restrictivos que el actual ya hemos dado muestras de la capacidad de funcionar y traccionar una actividad laboral intensa, impulsando la actividad económica de la compañía y sin exceder los índices generales de aislamiento y/o contagio de la planta laboral».
Además precisaron que «pese a las dificultades que impone el escenario actual, hemos sostenido aceptablemente la actividad y la facturación de la compañía».
Por otra parte, los delegados rechazaron «que seamos siempre los trabajadores quienes, el eslabón más débil en la relación entre Capital y Trabajo, quienes funcionemos como fusible o variable de ajuste ante situaciones de emergencia que también padecemos, incluso con mayor intensidad».
Y advirtieron: «Nosotros como Comisión Gremial Interna y el conjunto de los trabajadores, somos conscientes del carácter crítico y excepcional que representa la actual pandemia. No desconocemos los desafíos que ésta crisis sanitaria nos pone por delante. Y en ese sentido hemos dado sobradas muestras de predisposición, espíritu colaborativo, capacidad de adaptación y voluntad de trabajo».